El horror de la selección
<p>Como dijo un periodista gringo: “aquí todo lo que pasa es grave pero nada es serio”. El fútbol colombiano viene de fracaso en fracaso y no pasa nada. Los culpables siguen campantes en sus puestos, tomando decisiones equivocadas y mandando sin acierto. Llegó la hora de revolcar la casa y de cambiar muchas cosas.</p>
Ya no hay que llorar mas sobre la leche derramada. Es muy difícil jugar más mal que como lo hicimos ante Chile y también es difícil dirigir peor. La historia dirá que ese partido selló nuestra eliminación del Mundial y que por primera vez en las eliminatorias nos metieron 4 goles en casa. Surge como gran solución la contratación de un entrenador extranjero. Pero el tema hay que analizarlo despacio. La condición de no colombiano no garantiza ni rendimiento ni resultados. La presencia de un técnico foráneo servirá para oxigenar un fútbol fracasado y estancado. En Copa Libertadores no volvimos a figurar, tampoco avanzamos en la Copa Suramericana, en la categoría sub-20 ganamos aprovechando la localía en el 2005 pero la figuración ha sido pobre en 17 años, a los Juegos Olímpicos que son para menores de 23 años no vamos desde Barcelona 92 y en la Copa Mundo completaremos 12 años de ausencia. Esto demuestra que la dirigencia ha estado en el cargo por años viendo como nos eliminan y como fracasamos. Y el argumento del Presidente Luis Bedoya de que “les dimos todas las garantías” no puede justificar una orientación que ha tenido cosas buenas pero ha perdido lo fundamental: el Mundial de fútbol. La decisión en la escogencia de los conductores que debían administrar esas garantías fue desacertada y cometieron un craso error al sacar al técnico que venía cumpliendo bien, Reynaldo Rueda. La llegada de un entrenador extranjero es una necesidad. El que venga necesita un perfil que se acople a la virtud del jugador colombiano, tener un carácter para corregir los errores de entorno cometidos y querer recuperar las fortalezas que siempre tuvo la selección que son el orden y la posesión de la pelota. Además deberá trabajar la forma para marcar goles, un mal que ha tenido siempre la selección. Mientras Uruguay utilizó hasta hoy 33 jugadores en la eliminatoria, Chile 36 y Ecuador 35, Colombia utilizó 56. Todos recordamos las alineaciones de la selección del 90 y el 94 pero hoy no sabemos cómo forma el equipo porque no hay equipo. Jorge Luis Pinto en 27 partidos empleó 26 titulares distintas y Eduardo Lara no ha repetido nómina en 15 partidos. ¿Es responsabilidad del técnico que no supo escoger y estabilizar, o de los jugadores que no rindieron y no tienen la calidad para permanecer? Aunque en Colombia no hay un trabajo juicioso de divisiones jóvenes, siempre han surgido buenos jugadores y hoy es un país exportador y no importador. No tenemos abundancia como Brasil o Argentina, pero contamos con una base que bien manejada, con confianza y continuidad, puede ser competitiva. Si fuéramos serios, los culpables renunciarían, pero en Colombia nos falta carácter para asumir las responsabilidades.




