¿Tenemos selección o no hay nada?

¿Que tan buenos son nuestros futbolistas? ¿Tenemos equipo y materia prima para ir al Mundial? ¿Somos superiores a Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay, Ecuador y Chile como para aspirar con obligación a un cupo para Sudáfrica? De las respuestas saldrán los juicios a jugadores, técnicos y directivos. Para mirar nuestra realidad futbolística, analicemos algunos aspectos y miremos indicadores que nos pueden ayudar a entender el momento que vivimos. Partamos de un hecho claro: Brasil, Argentina y Paraguay son superiores a Colombia sin necesidad de explicar mucho. Podemos pelear de tu a tu con Uruguay, Ecuador y Chile. Aunque Uruguay tiene 6 veces mas jugadores que nosotros en ligas importantes del exterior, Ecuador ha estado en los dos últimos Mundiales y nosotros no, y Chile tiene un entrenador que cobra 100 veces más que Jorge Luis Pinto, nuestro último técnico. Dice Jorge Barraza en su columna de El Tiempo del 23 de septiembre: “Desde afuera, asépticamente, vemos un material discreto. No es un momento esplendoroso en materia de figuras”. Opinión de un observador imparcial y conocedor que nos empieza a poner en nuestro sitio. En Copa Libertadores, referencia continental de los clubes, vamos a completar 5 años sin ser protagonistas y en la última década solo el título del Once Caldas nos salva. En La Copa América ya son 8 años sin estar entre los tres primeros y el último logro se remonta a 1991 con el maltratado título de Francisco Maturana. Para redondear el negro panorama, completamos 10 años sin estar en los Mundiales. Pasemos ahora a los jugadores. Mientras Uruguay tiene 260 y 42 entrenadores en equipos de primera división de 32 países, nosotros llegamos a 45 jugadores y 6 técnicos en 13 países. Pero no es sólo el número, de esos 45 exportados solo se han destacado con notoriedad Iván Ramiro Córdoba en Italia, Mario Yépez en Francia, Aquivaldo Mosquera y Amaranto Perea en España, Falcao García y Fabián Vargas en Argentina, Juan Pablo Ángel ahora en Estados Unidos y uno que otro en México. Y lo más grave, de esos 7 triunfadores solo dos tienen actividad normal en la selección. Los demás o fueron sacados, o pelearon con el director, o no son tenidos en cuenta. Sigue diciendo Jorge Barraza sobre los jugadores colombianos: “Sin embargo ninguno reviste en los tres primeros lugares del escalafón: crack, gran jugador, muy bueno. Estos son los que nos llevan a los Mundiales y nos regalan los triunfos inolvidables”. Si miramos el campeonato colombiano los jugadores más notables y de mayor costo viven momentos difíciles: Giovanni Moreno no juega en Nacional, Darwin Quintero actúa en el equipo que esta a punto de descender y Giovanni Hernández que juegan bien el Junior fue tratado a sombrerazos en la selección. El panorama individual de nuestros futbolistas no es bueno y el conjunto de la selección tampoco. Eduardo Lara aunque conoce bien lo que tenemos, no contará con tiempo para armar un colectivo. Ante Paraguay y Brasil ojala nos ilumine la inteligencia y el acierto del seleccionador que tendrá que partir de lo más elemental para buscar un orden y de su persuasión para que los elegidos dejen el alma en la cancha. Correr es lo mínimo que debe ofrecer un profesional, pero cuando se corre mal no se nota y cuando se pierde tampoco. En este momento nuestra pelea es por el repechaje en la eliminatoria con Ecuador y Chile, llamados rivales directos, pero si somos optimistas podríamos aspirar al cuarto lugar, siempre y cuando saquemos algún punto en la próxima jornada. El presente del fútbol colombiano no se arregla poniendo unos o sacando otros, ni cambiando los entrenadores y menos generando obligaciones desproporcionadas e irracionales. Aquí no hay trabajo de base, no tenemos divisiones inferiores ni formación masificada. Y todos los días exigimos superfiguras y resultados. Además tampoco hay hinchas, pero esta es harina de otro costal. Vuelvo a preguntar: ¿hay jugadores para armar un equipo que nos clasifique al Mundial? o tendrán razón los que dicen que “no tenemos nada”.