Economía

El crudo de Texas cierra a un precio récord de 100,88 dólares

El crudo de Texas se encareció hoy un 1,7 por ciento y finalizó a un precio récord de 100,88 dólares por barril, coincidiendo con un debilitamiento del dólar y una fuerte subida de los combustibles de calefacción.

El crudo de Texas se encareció hoy un 1,7 por ciento y finalizó a un precio récord de 100,88 dólares por barril, coincidiendo con un debilitamiento del dólar y una fuerte subida de los combustibles de calefacción. Al cierre de la sesión regular en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX), los contratos de Petróleo Intermedio de Texas (WTI), para entrega en abril añadían 1,65 dólares al precio anterior y superaban los cien dólares por tercera ocasión en una semana. Hasta ahora, el precio más alto de cierre se registró el pasado 20 de febrero, cuando el barril de petróleo acabó a 100,74 dólares en Nueva York. Durante la jornada de hoy, el precio de ese tipo de crudo se elevó hasta los 101,15 dólares, 17 centavos por debajo del máximo histórico que había alcanzado durante aquella misma sesión de la semana pasada. La fuerte escalada se vio hoy sustentada por el encarecimiento de los combustibles de calefacción y en particular del gasóleo, que cerró también en niveles nunca vistos antes en el mercado neoyorquino. Los contratos de gasóleo para entrega en marzo terminaron la sesión a 2,8150 dólares por galón (3,78 litros), alrededor de tres centavos más caros que el día anterior, después de haber tocado los 2,8188 dólares. Los contratos de gas natural para entrega en ese mismo mes finalizaron a 9,20 dólares por mil pies cúbicos, después de añadir dos centavos al precio anterior y elevarse durante la sesión hasta los 9,32 dólares. Los contratos de gasolina para marzo terminaron a 2,5505 dólares el galón, casi un centavo más caros que el día anterior. El valor del petróleo WTI mantuvo una firme tendencia al alza, por tercera sesión consecutiva y aceleraron las compras en paralelo al debilitamiento que de nuevo registraba el dólar frente al euro y otras divisas mundiales. A falta de poco más de una hora para finalizar la sesión en la Bolsa neoyorquina, la divisa estadounidense se situaba en niveles mínimos de cambio ante el euro, en torno a 1,4969 dólares por euro y también se depreciaba ante el yen. El debilitamiento del dólar tiende a estimular la inversión en materias primas que, como el petróleo y el oro, se negocian en dólares en los mercados internacionales. Los inversores también conocieron hoy que la inflación en Estados Unidos a nivel de productor subió en el pasado mes un uno por ciento, más de lo que esperaban los economistas. La inflación subyacente, de la que se excluyen la energía y los alimentos por ser variables más volátiles, subió un 0,4 por ciento, el doble que en el mes anterior y también dos veces más de lo que se preveía. El incremento de precios a nivel del productor se une a otros datos recientes que también muestra esa presión inflacionista en el ámbito de los consumidores. Signos de mayores riesgos inflacionarios también tienden a favorecer que los inversores orienten sus fondos hacia materias primas que, como en el caso del crudo, prevén que continuará aumentando de valor. Mayor tensión internacional, como la que ha generado en los últimos días los enfrentamientos entre el Ejercito turco y la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak, también favorecen un incremento de los precios del crudo, ante el riesgo que corre el flujo de suministros desde esa región. El incremento de los precios de los combustibles de calefacción se ha visto favorecido por el predominio de bajas temperaturas en numerosas regiones de EE.UU. y se espera que continúe esa tendencia en las próximas dos semanas, lo que hace prever una mayor demanda de ese tipo de productos. Después del nuevo récord de hoy, el tercero en una semana, los operadores quedaron a la espera de conocer el miércoles los últimos datos sobre reservas de crudo y combustibles, que difunde cada semana el Departamento de Energía estadounidense. Los expertos prevén un aumento de más de un millón de barriles en existencias de crudo y un descenso cercano a los dos millones de barriles en reservas de destilados.

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