Fútbol

Hoy, final de la Liga de Campeones: Liverpool-Milán

No es venganza, es vendetta. Y aunque el diccionario iguala los términos, son muy distintos, porque el agraviado no es Don Mendo, sino Don Vito. Aquí no hay bromas, ni polainas. Hablamos de un sentimiento tan serio como el honor que se reclama: ser campeón de Europa y sus islas.

No es venganza, es vendetta. Y aunque el diccionario iguala los términos, son muy distintos, porque el agraviado no es Don Mendo, sino Don Vito. Aquí no hay bromas, ni polainas. Hablamos de un sentimiento tan serio como el honor que se reclama: ser campeón de Europa y sus islas. Si el Liverpool no fuera el rival se podría temer por su integridad, pero hay clubes con más agallas que todos los peces del mar. Este es el caso.
La final es formidable y reúne todos los alicientes posibles. Para empezar, arrastra cuentas pendientes. Todavía permanece fresca la remontada del Liverpool, esa que sirvió para igualar un 3-0 en contra y rematar después en los penaltis. Desde entonces, lo imposible sólo es improbable.
Luego está la historia. La seis Copas del Milán frente a las cinco del Liverpool, y tan importante como los metales, la grandeza de las instituciones, los capítulos que llenan. El Milán jugará su tercera final en las últimas cuatro temporadas, la octava en 20 años. Del Liverpool, más que la constancia (segunda finalísima desde 2005), se celebra la resurrección, el revival. Ha vuelto.
Junto a la historia, las historias. Maldini, de 38 años, disputará su octava final de la Copa de Europa, después de 23 temporadas en el Milán. Hijo de otro milanista mítico, Cesare, Paolo es padre de un niño de once años, Christian, que juega en las categorías inferiores. Nadie mejor que un futbolista tan ligado al club para definir la frustración que se vivió en Estambul: "Durante mi carrera he ganado casi todos los partidos que he merecido. Aquel día no".
De aquel equipo que resultó marcado repetirán Dida, Nesta, Maldini, Gattuso, Pirlo, Kaká y Seedorf. Siete vengadores. El puesto de Shevchenko, maldito desde esa noche, se lo disputarán entre Inzaghi y Gilardino. Berlusconi, aficionado a dibujar tácticas en servilletas, ha apostado públicamente por este último. Ancelotti decide: escucharle o no.
Kaká, máximo goleador de la Champions (diez goles), es la gran esperanza milanista, especialmente después de su exhibición contra el Manchester, en semifinales. Ya no podrá escabullirse. Ni le dejarán. "Es fundamental para nosotros", asegura Seedorf, triple campeón con tres clubes diferentes: Ajax (95), Real Madrid (98) y Milán (03).
El Liverpool se presenta liberado de revanchas y urgencias históricas, pero agitado por el olor de la sangre. Y en esa recuperación del orgullo, Benítez ha sido elevado a los altares con rango de mito y estrella del pop. Prueba de ello es que las canciones que lo glorifican en Anfield se han convertido en politono superventas. Las versiones son variadas y admiten desde los himnos clásicos a una interpretación de La Bamba que se canta así o parecido (tararear música): "Para bailar Benítez/para bailar Benítez/ se necesita/un Rafa Benítez...".
Sin duda, la importancia del entrenador fortalece el protagonismo de lo español en este Liverpúl, donde hoy se espera en el once titular a Pepe Reina y Xabi Alonso (Arbeloa estará en el banquillo).
Pero no será eso lo único español en el estadio Spiridon Louis (nombre del campeón del maratón en los Juegos de 1896). El arco de policarbonato que corona el olímpico de Atenas ha sido diseñado por Santiago Calatrava y resiste vientos de hasta 120 km/h (mejor no imaginar huracanes mayores).
Dudas
Kewell o Zenden, tocado en un tobillo, concentran la única duda de Benítez en un equipo inspirado por el carácter de Gerrard, esta vez puesto a prueba por la furia napolitana de Gattuso.
Se espera a 17.000 seguidores del Liverpool en las gradas y hay quien asegura que los griegos imparciales no los serán tanto; no es casualidad que en Atenas haya tres peñas de los reds.
El partido es de lujo hasta en el árbitro. Pitará el alemán Herbert Fandel, concertista de piano y profesor de música. Bueno o malo, sonará bien.
Apuestas: se paga mejor la victoria del Liverpool
Los apostantes dictaminan que la victoria del Liverpool esta noche es menos probable que la del Milán. Aquel que invierta su dinero en los reds cobraría unos 2,5 euros (aunque esta cifra puede cambiar en las últimas horas) por euro, mientras los que den como ganador al Milán recibirían 1,7 si se lleva el gato al agua el equipo de Berlusconi.

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