Plaga de ratas pone a prueba ingenio de autoridades en México
La plaga de ratas que ha aparecido en el municipio mexicano de Atascaderos mantiene en vilo a más de cuatrocientas familias, que esperan el resultado de alguno de los ingeniosos métodos para exterminarlas ideados por las autoridades.
México.--- La plaga de ratas que ha aparecido en el municipio mexicano de Atascaderos mantiene en vilo a más de cuatrocientas familias, que esperan el resultado de alguno de los ingeniosos métodos para exterminarlas ideados por las autoridades."Si no se llega a controlar, podría convertirse en un serio problema", dijo Norma Granados, portavoz de la Unidad de Protección Civil de Chihuahua, dependencia que coordina los esfuerzos para erradicarlas.La crisis desencadenada por los roedores comenzó hace más de año y medio cuando, sin que se sepa muy bien cómo, llegó a la localidad la llamada "rata negra", común en áreas urbanas."No es oriunda de este lugar", explicó Granados, que cree que la excelente cosecha de grano de los últimos meses permitió el diario festín de los roedores y su reproducción.Los biólogos que analizaron el caso consideran que varios factores han permitido la propagación de las ratas.Aparte de la abundancia del grano en la cosecha de este año, el hecho de que los almacenes no estén en óptimas condiciones puede haber facilitado la expansión de estos animales.Localidad rural y serrana del norteño estado de Chihuahua, en Atascaderos, ubicada en el municipio de Guadalupe y Calvo, viven unas 2.000 personas, 437 familias que desde hace meses han colocado diversos venenos y tratado de hallar un remedio que les libre de los roedores.Sin embargo, su frustración quedó colmada y recurrieron a las autoridades municipales, estatales y federales en busca de soluciones.Expertos consultados por estas familias cuantifican en unas 9.000 las ratas que hay en Atascaderos y recuerdan que un ciclo reproductivo muy rápido, diez crías por cada pareja, está complicando su exterminio.Hace dos semanas se ideó un programa de choque después de que no sirviera de nada un intento por llevar gatos a la zona afectada.La iniciativa, que comenzó el 5 de octubre, consistió primero en limpiar los campos de frutos y sacar la basura de los graneros.Un segundo paso fue poner sulfuro de cinc mezclado con una solución de cacahuete, ajo y aceite de maíz cerca de los graneros para intentar envenenar a los pequeños mamíferos.Sin embargo el veneno, que parecía un remedio letal, había sido utilizado cuando los pobladores se tomaron la justicia por su mano, con lo cual en esta segunda ocasión algunas ratas lo reconocieron y ni lo tocaron.Además lo usaron sólo 232 familias de las más de cuatrocientas, en cuyos ranchos la presencia de ratas remitió en un 50 por ciento, y hasta en un 90 por ciento donde se aplicó masiva y correctamente, según datos de Protección Civil.Las ratas muertas fueron incineradas la semana pasada, y sepultadas en una fosa común.Ahora se va a recurrir a la "warfarina", una sustancia coagulante que una vez ingerida puede deshidratar a los animales y con la que se espera diezmar más aún a la población de roedores.Granados confía en que este nuevo método sirva para terminar con la plaga, pero advierte de que todavía habrá que hacer algo más: repoblar la zona con los depredadores naturales de los animales, "coyotes, lechuzas, zorrillos y víboras".El doctor Javier Lozano, de la Secretaría de Salud estatal de Chihuahua, señaló que no hay por ahora problemas de salud y cree que la gente está tranquila al ver los esfuerzos que se están haciendo."Veo a la población con ánimo", dijo, mientras explica que incluso si fallara el segundo veneno se está analizando la posibilidad de tratar de usar ultrasonidos para sacar a las ratas de sus agujeros."Nunca había ocurrido algo así. Se ha roto la cadena biológica", recordó el especialista en salud, quien espera que el invierno también facilite la labor y el frío acabe con algunos roedores.



