Colombianos recuerdan la "pérdida" de Panamá hace cien años

Por Guillermo Tovar
Bogotá.--- Los colombianos conmemoran el próximo 3 noviembre un siglo desde que Panamá dejó de ser un departamento de Colombia y se convirtió en república, y lamentan la indiferencia de los gobiernos de la época que permitió esa pérdida histórica.
El gobierno de Colombia estaba en la fría y lejana Bogotá, en manos de poetas como el presidente de entonces, José Manuel Marroquín, quien se ufanaba de que nunca había salido del altiplano y de que no le interesaba hacerlo.
Desde entonces, en varias épocas gobiernos y políticos colombianos han sugerido la posibilidad de un nuevo canal interoceánico aprovechando los caudalosos ríos que conectan las costas del país en el Caribe y el Pacífico, sin que esto pase de los planos y las comisiones de sabios.
Los historiadores recuerdan que Colombia perdió el istmo, sin un sólo disparo y gracias a la intervención estadounidense luego de que el Congreso de Bogotá se negara a aprobar un tratado firmado entre el encargado de negocios de Colombia, Tomás Herrán, y el secretario norteamericano de Estado, John Hay.
Dicho convenio, firmado el 22 de enero de 1903, cedía a EEUU a perpetuidad una franja de cinco kilómetros a lado y lado del canal.
En Colombia apenas se apagaban los cañones de la Guerra de los Mil Días, en la que se enzarzaron liberales y conservadores por tres años, desde 1899.
El país quedó en la ruina después de embarcarse en la frustrada obra del canal por parte de la compañía del ingeniero francés Ferdinand de Lesseps, que había trabajado con éxito al abrir el canal de Suez, inaugurado en 1869.
Según el recientemente fallecido historiador Alfredo Iriarte, "Colombia vivía una de sus frecuentes crisis" y "la guerra civil hizo "vigorosa metástasis" en Panamá.
"Consumada ya la bancarrota de la empresa de Lesseps, el águila norteamericana, que ya empezaba a mirar hacia el resto del mundo después de su contundente victoria sobre España, tendió sus alas y dirigió sus garras hacia el istmo de Panamá", señala Iriarte en una de sus obras, que acaba de ser reeditada.
"¿Y cuál fue el papel del presidente Marroquín en la pérdida de Panamá? Sencillamente ninguno. Marroquín padeció toda su vida una abulia invencible para todo lo que no fuera hacer y descifrar charadas, versificar la ortografía, escribir malas novelas...", señala el autor bogotano.
Una de las frases que enseñan en las escuelas a los niños colombianos es la que pronunció el entonces presidente de EEUU, Theodore Roosevelt, en una conferencia en la Universidad de Berkeley, California: "I took Panama" (Yo tomé a Panamá).
Pero los revisionistas aseguran que lo que dijo Teddy Roosevelt fue "I took the canal zone" ("Yo tomé la zona del canal").
En estos días se venden en las librerías colombianas varios libros alusivos al istmo, entre ellos "El país creado por Wall Street. La historia no contada", del panameño Ovidio Díaz Espino.
El autor afirma que "ningún patriota panameño murió jamás para liberar a Panamá".
Para Díaz Espino lo que hubo fue "una vergonzosa conspiración" entre el gobierno de Roosevelt, financieros de Nueva York -entre ellos el banquero J.P. Morgan- y líderes panameños para que norteamericanos y franceses se lucraran con la construcción del canal.
También salió una nueva edición de "Panamá y su separación de Colombia", publicado hace treinta años por el fallecido historiador Eduardo Lemaitre, considerado uno de los mejores textos sobre el episodio secesionista.
Con todo, los historiadores colombianos rescatan la indemnización de 25 millones de dólares que Colombia recibió años más tarde de EEUU y que le permitió al país modernizar sus instituciones, en especial la banca pública e inyectó liquidez a la débil economía local.
Los cronistas locales recuerdan también un chiste que se atribuye a Marroquín, cuando salió de la Presidencia en 1904: "yo no sé de qué se quejan. Recibí un país y les devuelvo dos", dijo.