Guerrilla colombiana ELN ve con sospecha propuesta de Uribe
La segunda guerrilla de Colombia, el ELN, criticó una solicitud del nuevo presidente, Alvaro Uribe, a las Naciones Unidas para que sirva de mediadora en la resolución de la guerra interna que desde hace 38 años sacude al país.
ARAUCA.--- La segunda guerrilla de Colombia, el ELN, criticó una solicitud del nuevo presidente, Alvaro Uribe, a las Naciones Unidas para que sirva de mediadora en la resolución de la guerra interna que desde hace 38 años sacude al país.Antonio García, comandante militar del izquierdista Ejército de Liberación Nacional (ELN), con unos 5.000 combatientes, dijo el jueves a Reuters que su grupo está abierto a iniciativas de paz, pero afirmó que la condición de Colombia como miembro de la ONU comprometería el papel de esta organización en una eventual mediación.Uribe, elegido el 26 de mayo por un amplia mayoría que confió en sus promesas de enfrentar con mano dura a los grupos ilegales de izquierda y derecha, se reunió el lunes en Nueva York con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, para pedir su intervención en una guerra que sega miles de vidas cada año.Uribe, quien asumirá el 7 de agosto en reemplazo de Andrés Pastrana, sorprendió a sus críticos el mismo día de su elección, cuando en su discurso de victoria hizo varias referencias a buscar iniciativas de paz, pese a que enfatizó que aumentará considerablemente el gasto militar.Pastrana rompió los contactos preliminares de paz con el ELN en mayo, acusando a los rebeldes de no ceder en su exigencia de una zona desmilitarizada a fin de llevar a cabo las conversaciones y pedir ayuda económica del Estado para financiar su causa y cesar su lucrativo negocio del secuestro.Esta fue la estocada final para Pastrana en su anhelo de lograr grandes progresos hacia la búsqueda de la paz negociada. El primer fracaso del presidente fue la suspensión, en febrero, del proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)."En principio siempre hemos estado abiertos a cualquier gestión y apoyo que contribuya al desarrollo de la búsqueda de la paz", dijo García vía radioteléfono, en una señal recibida en un campamento del ELN oculto en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela.Pero a advirtió que el gobierno no debería presionar ni mucho menos imponer una mediación y sostuvo que quizás sería mejor lograr la intervención de un país neutral. ELN QUIERE HACER UN "GESTO HUMANITARIO""El gobierno colombiano está vinculado a Naciones Unidas, hace parte de las Naciones Unidas, pues lógicamente hay un desbalance porque hace parte de la institución, en cambio el ELN no hace parte de la ONU", afirmó García."Por eso es importante mirar que país puede tener en algún momento determinado la voluntad, el equilibrio, la mesura para poder jugar un papel", agregó, alegando que Uribe ha tenido nexos con el narcotráfico y los escuadrones paramilitares de ultraderecha.Las FARC, con unos 17.000 combatientes, aún no han comentado nada sobre la propuesta de Uribe en buscar una mediación.Ambos grupos rebeldes dicen luchar por la justicia social en un país donde la minoría vive cómodamente y la gran mayoría --el 60 por ciento de los 43 millones de habitantes-- apenas logra sobrevivir.El ELN, con cientos de civiles secuestrados para pedir millonarias sumas de rescate, planea hacer una demostración de lo que, al parecer, es su compromiso con los derechos humanos: liberal a dos paramilitares hechos prisioneros en un combate el 30 de abril."Aquí estamos dando una muestra clara y, en consecuencia, de lo que es actuar en una manera humanitaria en un conflicto", dijo García, alegando que los grupos paramilitares operan en conexión con el ejército en su objetivo de exterminar a los rebeldes y a sus supuestos colaboradores.Los guerrilleros del ELN planean entregar los paramilitares a una comisión de la Cruz Roja con el propósito de que esta organización los saque del país y los mantenga al margen de represalias.En el campo guerrillero, escondido en medio de selvas y sabanas, los rebeldes exhibieron a sus prisioneros frente a periodistas de Reuters.Ambos paramilitares tenían 24 años. Sus voces temblaban mientras explicaban que se había unido a las fuerzas paramilitares porque no tenía trabajo y les ofrecieron 150 dólares al mes. Además, confirmaron que habían trabajado junto con el ejército en operaciones contrainsurgentes.Las fuerzas armadas del Estado han negado sus vínculos con los paramilitares en Arauca. Sin embargo, varios altos mandos militares han sido procesados penal y disciplinariamente por ayudar a los paramilitares.



