Brasil investigará muerte de siete colombianos a manos del Ejército en 1991

BRASILIA, Jun 5 (AFP) - La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de Brasil investigará la muerte de siete colombianos, en la frontera entre los dos países en 1991 a manos del Ejército brasileño, ocurridas tras un ataque de la guerrilla colombiana en la que murieron tres soldados.
El diputado Nelson Pellegrino, vicepresidente de la Comisión, declaró este lunes a la AFP que hay razones de sobra para pensar que el Ejército brasileño "cometió un crimen grave movido por la venganza fuera del territorio nacional".
Según él, los tres ex militares que denunciaron este fin de semana que el Ejército mató a varios buscadores de oro colombianos (y no a guerrilleros como se informó en la época), después de un ataque de la guerrilla en el que murieron tres centinelas brasileños "tienen la credibilidad suficiente porque participaron en la operación y prestarán declaración en la Cámara de Diputados".
Desde 1991, el Ejército brasileño afirma que la guerrilla atacó uno de sus puestos de vigilancia y mató a tres soldados. En una incursión posterior para encontrar a los responsables, murieron siete guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que recibieron al Ejército brasileño a tiros.
La versión militar de este episodio nunca fue puesta en duda en Brasil y no se abrió una investigación a pesar de que el gobierno colombiano la pidió y tampoco existen informaciones sobre el paradero de los cuerpos de los colombianos.
Nueve años después, dos ex soldados y un sargento afirman que el Ejército capturó a buscadores de oro, los cuales, sin tener nada que ver con las FARC, fueron torturados, ejecutados e incinerados.
Pellegrino insistió en que se debe averiguar si esta acción del Ejército fue un ataque aislado o formaba parte de una operación antiguerrilla de cooperación con el gobierno colombiano.
Además, el diputado insistió en que se averigüe si esta acción del Ejército fue un ataque aislado o formaba parte de una operación antiguerrilla de cooperación con el gobierno colombiano.
"No puede existir una acción de combate a las FARC. Una cosa es vigilar la frontera y otra apoyar al gobierno de aquel país en una operación de este tipo", aseguró Pellegrino.
Para la Comisión de Derechos Humanos, todavía habría condiciones legales para que los presuntos culpables de este crimen sean juzgados por un tribunal civil.
En una nota a la prensa, el ministro brasileño de Defensa, Geraldo Quintao, señaló este lunes que los muertos eran guerrilleros "que penetraron en el país y mataron soldados brasileños y recibieron por ello una respuesta".
"Son hechos que fueron investigados en la época por el Senado", afirmó en la nota.
Sin embargo, los familiares de las víctimas aseguran que eran más de siete y que no tenían nada que ver con la guerrilla. Hasta el comandante de las FARC en San Vicente del Caguán (Colombia), Raúl Regis, aseguró que en aquella fecha no perdieron a ninguno de sus hombres.
"Las FARC atacaron el puesto de vigilancia brasileño porque había colombianos humildes que eran maltratados por el Ejército brasileño (...) El episodio está superado para nosotros, no vamos a invadir más territorios latinoamericanos, pero ninguno de los nuestros fue muerto a manos del Ejército brasileño en la ofensiva que siguió a ese ataque", aseguró Regis en una entrevista concedida recientemente al diario O Globo.
Para los expertos en Derechos Humanos, en medio de la selva es difícil saber quién es guerrillero y quién es buscador de oro, pero resulta fácil vestir a un civil con las ropas de un militante de las FARC o falsificar imágenes.
Según testigos de la época, los negativos de las fotos presentadas por el Ejército a la prensa no tenían el orden de los acontecimientos descrito por los militares y varios buscadores que fueron capturados y posteriormente liberados afirmaron que fueron obligados a vestir ropas de guerrilleros.