La historia de la tortuga africana rescatada de Girardot
La CAR logró una segunda oportunidad para la tortuga, que no podrá regresar a su hábitat natural
El biólogo de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, Harold Gómez, relató en diálogo con Planeta Caracol la historia de una tortuga africana, que fue rescatada en las calles del municipio de Girardot tras información de la comunidad. Se trata de una especie exótica que fue traída irregularmente del norte de África y que no podrá regresar a su hábitat natural.
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"Inicialmente esta tortuga procedente del norte del Sahara, fue confundida por un morrocoy, pero por sus características se pudo establecer que se trataba de una especie exótica que fue introducida al país. La tortuga de unos 25 años fue trasladada al centro de atención y valoración de fauna en Tocaima", dijo el biólogo Harold Gómez.
Esta tortuga de espolones africana (Centrochelys sulcata) es una especie no oriunda de Colombia que fue introducida de manera irregular al país. No podrá ser liberada ya que afectaría las especies nativas. El réptil que fue hallado en las calles del municipio de Girardot, ahora hará parte de una colección viva de tortugas.
Tras cumplir con la cuarentena, los científicos de la CAR decidieron trasladarla a una colección viva de tortugas, pues de lo contrario la única alternativa que quedaría sería aplicarle la eutanasia, según las normas. La tortuga africana hará parte de los trabajos de extensión de la Universidad Nacional, los cuales incluyen dar a conocer las especies, su importancia ecosistémica y el porqué no deben ser extraídos de su hábitat natural.
La tortuga fue encontrada por un habitante en una vía pública del barrio Buenos Aires del municipio de Girardot. El ciudadano optó por salvarla de varios perros que la estaban atacando en ese instante y tras protegerla, se comunicó con el Cuerpo de Bomberos de esa ciudad, organismo que trasladó al réptil a las instalaciones de la Dirección Regional Alto Magdalena de la CAR.
En la Regional la valoraron y decidieron remitirla al CAV para su tratamiento y recuperación. Se trataba de una hembra que llegó pesando 13 kilos y 760 gramos. Presentaba fractura de dos uñas, una en su pata derecha y otra en su pata izquierda, además del pico. Posteriormente, la tortuga fue trasladada a un recinto al interior del CAV que fue adaptado con hojarasca, tierra y agua. Además, se le suministraron los alimentos y cuidados especiales durante su proceso de cuarentena.
La CAR informó que trabaja en una campaña para evitar que especies silvestres exóticas sean sacadas de su hábitat e introducidas al territorio colombiano, donde no se encuentran los ecosistemas aptos para su liberación.
