Habitantes de Ubalá le dicen no a la explotación petrolera

En diálogo con Planeta Caracol, los representantes de la comunidad del municipio de Ubalá en Cundinamarca, manifestaron su oposición a un proyecto de explotación de hidrocarburos en esta región de la cordillera oriental, porque provocaría un daño irreversible a decenas de fuentes hídricas.

El alcalde del municipio de Ubalá, Crispin Beltrán, afirmó que “queremos vida, no petróleo”, interpretando el clamor de cientos de familias ubalenses que se oponen es este proyecto.

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Se trata del proyecto Área de Perforación Medina Occidental (APE) que propone la perforación de varios pozos petrolíferos, causaría un daño irreversible a la fuentes de agua de Ubalá, uno de los municipios más ricos del departamento en lo referente a este líquido.

Prueba de ello es el Embalse del Guavio que provee el 33% de energía en Bogotá y es una de las hidroeléctricas más relevantes para la Sabana Centro y algunos países latinoamericanos.

“Desde nuestra región le aportamos energía a la capital de la república y varios municipios del país. La comunidad nos está manifestando que no quieren explotación minera de ninguna índole”, dijo Crispín Beltrán.

De acuerdo a los manifestantes, con este proyecto también se ponen en riesgo cerca de 594 especies de aves de las 1914 existentes en el país y alrededor de 400 especies de árboles no maderables, medicinales y ornamentales propios de esta zona.

Las veedurías de los municipios Ubalá, Medina, Paratebueno de Cundinamarca y Santa María del departamento de Boyacá, han realizado rigurosos seguimientos y estudios identificando que la zonificación de reserva hídrica y áreas de conservación no habrían sido tenidas en cuenta durante la planificación del proyecto.

Mariel Vargas, presidente de la veeduría Sumak Kawsay, consideró que “la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), debería reconsiderar la prórroga de esta Licencia".

Agregó que "no tiene ninguna lógica de conservación y respeto del medio ambiente entregar nuestros paraísos y santuarios naturales a la industria minero-energética".

Campesinos de la región afirman que de hacerse realidad este proyecto, incrementarían también las problemáticas sociales. “El desplazamiento masivo de personas a nuestro territorio atraería delincuencia, drogadicción, prostitución y aumentaría tanto el costo de vida que nosotros no podríamos costearlo".