Este caso ocurrido el pasado <strong>28 de agosto</strong> y revelado por Caracol Radio, en el que <strong>tres personas habrían sido secuestradas, ingresadas a la fuerza a una finca en el municipio industrial, amarradas y amordazadas por varios hombres armados y encapuchados</strong>, continúa siendo investigado por parte de las autoridades.Tres de los presuntos responsables de este secuestro, que<strong> serían integrantes de una banda delincuencial dedicada al microtráfico, habían sido capturados y entregados a la autoridad competente.</strong> Uno de ellos, ya tenía antecedentes judiciales y medida de aseguramiento domiciliaria, según confirmó el comandante <strong>Javier Raúl Gallego</strong>, comandante de la Policía Metropolitana de Pereira, quien entregó detalles de este operativo.<span>"Allí se encontraban unas personas sosprechosas, cuando logramos ingresar pudimos generar el rescate de dos ciudadanos que estaban amarrados al interior de una de las habitaciones de la finca ubicada en la vereda Sabanitas. En el operativo capturamos a tres personas y se incautó armas de fuego y traumáticas, además de la inmovilización de tres vehículos", desatacó en conferencia de prensa el coronel Gallego.</span>Así fue el relato del fiscal encargado del caso en medio de la audiencia en la que <strong>se dio a conocer cómo fueron encontrados tanto los presuntos responsables de este secuestro, como dos de las víctimas</strong> que estaban amarradas al interior de la vivienda.El director (e) de la Fiscalía Seccional Risaralda, Álvaro Jairo Barrera, señaló que el operativo realizado por la Policía Nacional se dio <strong>gracias al seguimiento realizado a un GPS que indicaba la ubicación del vehículo abandonado</strong> y que a su vez, permitió dar con el paradero de las víctimas.<strong>Los capturados no aceptaron los cargos endilgados por los delitos de secuestro agravado y fabricación, porte o tenencia de armas de fuego</strong> pero deberán seguir vinculados a la investigación.Las autoridades confirmaron que el hecho sí obedece a un ajuste de cuentas entre bandas dedicadas a tráfico de estupefacientes.