Primer CAI fluvial del país no arranca del todo

Bucaramanga

Un buque que fue anunciado como el CAI fluvial más moderno de Colombia y que costó mil millones de pesos, se está convirtiendo en un “elefante blanco”. Fue bautizado como Pienta, para recordar una de las batallas de la lucha por la independencia, ocurrida en Charalá, Santander en 1819.

La nave se encuentra en el embalse de Hidrosogamoso o Topocoro, un espejo de agua de 7 mil hectáreas. La embarcación fue comprada a Cotecmar, una empresa de la Armada Nacional hace tres años, pero poco y nada ha servido.

Antonio José Diaz, directivo de la Sociedad Colombiana de Arquitectos advirtió que las autoridades de la región no se han puesto de acuerdo sobre el funcionamiento de Pienta y no se obtienen todos los permisos necesarios para su operación en labores de control de empresas de transporte y de seguridad.

El buque iba a ser el primer CAI fluvial dotado con todas las especificaciones del país. Caracol Radio consultó la opinión del diputado a la asamblea, Óscar Sanmiguel que representa a las comunidades del sector de San Vicente confirma los problemas que hay.

El líder político aseguró que el departamento no ha podido avanzar en el proyecto de construcción de una marina para organizar la creciente actividad turística y de deportes náuticos en el embalse construido por Isagen para la generación de energía.

El problema es que el CAI se requiere para controlar tantas actividades que ocurren en el embalse; por ejemplo, la pesca, el transporte de turistas y hasta la tala ilegal.

John Ruiz, el secretario del interior deSantander asegura que el CAI sí está operando. Acepta que hay problemas para el suministro de gasolina. Dice que toca hacer una recolecta para pagar los gastos entre los alcaldes de los municipios en los cuales está la represa.

La contraloría de Santander anunció que iniciará una actuación especial para determinar si el buque opera. Lo cierto del asunto es que entre los cientos de turistas que van cada fin de semana a Topocoro nadie da razón de haber visto el famoso CAI fluvial que hasta tuvo madrina, pero no capitán.