Santander tiene también su mujer de "armas tomar"
Es la única mujer conductora del Grupo de Operaciones Especiales, Goes de la Policía de Colombia.
Bucaramanga
Leydy Lizarazo Niño, es una Bumanguesa tiene 30 años de edad, de los cuales 12 están dedicados a la policía.
Ella, tiene una misión que es la de movilizar y salvaguardar a un equipo táctico de operaciones urbanas.
La Unidad de Comandos en Operaciones Especiales, tiene la misión de realizar trabajos policiales de alto impacto a nivel urbano y rural en todo el territorio nacional, especialmente contra grupos terroristas.
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Desde niña tubo gran pasión por los vehículos y las armas, no jugaba como sus compañeritas con muñecas, berbíes, cunas o darle tetero al bebé, ella prefería ver películas de acción y de series internacionales de televisión relacionados con temas policiacos.
Su trabajo en la policía lo inició en la vigilancia comunitaria por cuadrantes, para luego realizar en Bogotá, el curso de Operaciones Tácticas Urbanas de la policía Nacional.
En el Goes, puso a prueba su condición física con los arduos entrenamientos, consistente en manejar armas de corto y largo alcance, para realizar acciones operativas contra grupos terroristas.
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A lo largo de su carrera ha ayudado a la desmantelar bandas criminales, estructuras dedicadas al microtráfico.
"Cada vez que me pongo las botas, siento una adrenalina que me hace sacar fuerzas que me hacen sentir muy bien", señala esta mujer Policía.
En su núcleo familiar, es la única mujer, donde hay tres hombres.
Es la responsable de cuidar a su progenitora, doña Herminda Niño, quien siendo ama de casa siempre le enseñó el valor de los principios morales y la honradez.
Agregó Leydy Lizarazo Niño que su mamá, le inculcó la vocación por el servicio religioso pero su vocación era algo de fuerza y entrenamiento.
Además de portar de forma permanente el fusil Tavor 21, de fabricación Isrraeli, de cinco kilogramos, que acompañados de toda la munición táctica, hacen que la patrullera Lizarazo porte un promedio de veinte kilos de elementos de combate añadidos a su cuerpo.
Con "pistola en pierna" y proveedores de munición brasileña, está joven se levanta a muy tempranas horas a manejar la camioneta de doble tracción dónde moviliza a los compañeros de intervención.
Con licencia y prueba de idoneidad para la conducción policial, Leydi maniobra el volante con agilidad y está lista para reaccionar ante un ataque sorprendido, sin dejar a un lado su toque femenino, el gusto por el Fútbol y la gran ayuda que realiza como hija y vecina del barrio San Francisco.



