Tres días ajustó el cadáver de un hombre en la vereda Popales de Tarazá
El cuerpo en alto estado de descomposición está en la caseta comunal, y justo en el mismo lugar hay una vivienda que habitada, por cinco niños.
Foto / Cortesía
Antioquia
Pese a que la comunidad de la vereda Popales de Tarazá denunció hace tres días que integrantes de un grupo ilegal habían dejado en la caseta comunal un cadáver, este viernes aún continúa allí y ya en alto estado de descomposición.
Este jueves en la mañana las autoridades civiles, policiales y militares hicieron un consejo de seguridad debido al inminente desplazamiento de las familias, en él se comprometieron a sacar helicoportado el cuerpo, quién es presuntamente un integrante de una de las bandas criminales en disputa del territorio. Pero según la comunidad la población campesina el cadáver sigue en el mismo lugar y ya no soporta la imagen de ver a una persona muerta abandonada y más porque está al lado de una vivienda donde viven cinco niños.
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“Hasta el momento las autoridades no han hecho presencia para hacer los respectivos levantamientos. Uno de los cadáveres se encuentra al costado de la caseta comunal que colinda con una vivienda donde habitan cinco niños. Las comunidades campesinas en estos momentos muestran el alto grado de descomposición del cadáver y reclaman que la institucionalidad haga presencia”, detalló Yesid Zapata, vocero de la ONG Proceso Social de Garantías.
El defensor de derechos humanos agregó, que las comunidades del Bajo Cauca están bajo constante amenaza y pese a las denuncias reiteradas de vulneración a los derechos humanos las autoridades no tienen acciones concretas y contundentes para garantizar la seguridad de la población civil.
“Se están presentando situaciones de vulneración de derechos humanos y, adicional a eso no se les protege, pero tampoco el Estado atiende los reclamos de por lo menos realizar una inspección al cadáver que es un deber que tienen las autoridades”, recalcó el vocero.
Finalmente, como vocero de la comunidad solicitó a la gobernación intervenir en esta situación para reiterar el cadáver, porque el mensaje amenazante de los grupos ilegales era que allí no lo podían dejar tirado, por lo que temen una represalia.
