Cartagena necesita un investigador anticorrupción para la ciudad
En primer panel del conversatorio por el Día Internacional contra la Corrupción
Cartagena de Indias
Con un análisis sobre la complejidad de la corrupción y recomendaciones puntuales para combatir este flagelo, se realizó el conversatorio organizado por la Alcaldía de Cartagena en conmemoración del Día Internacional contra la Corrupción.
Bajo la moderación de Jaime Abello, director ejecutivo de la Fundación Gabo, se desarrolló el primer panel denominado 'Impacto de la corrupción en la vida social, económica y política', que contó con la participación de María Margarita Zuleta, actual directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Los Andes; Salomón Kalmanovitz, excodirector del Banco de la República; Gustavo Duncan, docente del departamento de Gobierno y Ciencias Políticas de la universidad EAFIT de Medellín; y Juan Ricardo Ortega, exdirector de la Dian y exviceministro de Hacienda.
Este diálogo comenzó con una reflexión en torno a “la paradoja de la vida económica y política de la ciudad”, donde se reconoció que “Cartagena es un caso excepcional en el contexto colombiano”, debido a que el crecimiento económico se ha concentrado en ciertos sectores y no se ha irrigado de manera adecuada hacia las comunidades más vulnerables. Este panorama se agudiza por la ingobernalidad en la que ha estado sumergida la administración distrital en los últimos años.
Se expresó, además, que en la lucha contra la corrupción se requiere que al interior de las administraciones públicas haya personas “con voluntad” para trabajar por el bien general, al tiempo que para hacerle frente a este flagelo se deben recurrir a “medidas impopulares” que permitan corregir las fallas que ha habido en el pasado.
También se expuso la necesidad de que se estudie a profundidad la corrupción en el país y su análisis desde el escenario de la democracia, en particular en los procesos de elección popular y las contrataciones que se generan por prestación de servicio al interior de las administraciones públicas, donde no es algo exclusivo en el distrito de Cartagena.
Como síntesis de lo expuesto por los panelistas, Abello expresó que en torno al problema concluyen múltiples factores como “la informalidad, la tolerancia ciudadana hacia el flagelo, economías subterráneas y grupos expertos que usan las oportunidades de la corrupción” para sacar dividendos; por lo que pidió a los invitados entregar unas recomendaciones a la Alcaldía de Cartagena.
Para Kalmanovitz, en Cartagena “se debe exigir al Fiscal General de la Nación que se nombre un investigador anticorrupción especial, tipo Iván Velásquez, para que acuse a los máximos arquitectos de la corrupción, sean juzgados, devuelvan lo robado y paguen cárcel por sus delitos”.
“También activar las organizaciones ciudadanas, las ONG, que se unan a la lucha contra la corrupción para que a futuro las obras de servicios públicos sean los ciudadanos los que premien el buen gobierno; que haya medidas progresistas, de sucesión, porque se requiere continuidad; que los centros de pensamiento de las universidades jueguen un papel fundamental en el diagnóstico detallado, proponer una agenda integral de reformas e irlas monitoreando”, acotó.
Así mismo, Juan Ricardo Ortega, exdirector de la Dian y exviceministro de Hacienda, y otro de los panelistas invitados, señaló que “lo que dice Salomón (Kalmanovitz) es acertado, porque desde la justicia es donde se debe arrancar y tener a alguien intachable como un Iván, estoy cien por cuento de acuerdo”.
En esa misma línea, Gustavo Duncan, docente del departamento de Gobierno y Ciencias Políticas de la universidad EAFIT de Medellín; indicó que “esta transacción es muy distinta a la del Acuerdo de Paz, esta debe ser progresiva y con continuidad en el tiempo, donde el Estado pueda, no sólo reclamar menores niveles de corrupción, sino que la corrupción tenga menos costos en término de rendimientos sociales en la inversión pública”.
“La sugerencia debe ir a cómo se debe hacer para que en Cartagena se neutralicen los detoditos, los depure en su manejo, y que se logre en las próximas elecciones evitar que esos detoditos vuelvan a articularse con los que manejan el voto y volver a este status quo, pero también qué oferta se le puede hacer para los que viven de los detoditos”, resaltó.
Por último, La Paca Zuleta manifestó que los cambios que requiere la ciudad se pueden dar desde “pequeñas revoluciones” teniendo como eje políticas públicas acorde, al igual que consideró que en ese proceso que hace necesario que la administración le apuesta a fortalecer la confianza para que las promesas de campaña se vuelvan una realidad.