Advierten sobre nueva modalidad de extorsión a transportadores en Bolívar

Cartagena de Indias

Los actores criminales han generado nuevas formas de extorsionar a familiares de conductores o supervisores o gerentes de empresas transportadoras en Bolívar, que se han masificado en el aislamiento preventivo obligatorio ordenado por el Gobierno Nacional. Esto debido en algunas ocasiones por la baja demanda de los servicios, cualquier oferta se convierte en una opción para mejorar las finanzas personales o de las empresas, sin saber que ese desplazamiento se puede convertir en un día desafortunado, de temor para las víctimas y personas cercanas.

Según el Gaula, este escenario es simulado, es decir, en ningún momento se pone en riesgo la integridad física de los ciudadanos, ya que los delincuentes utilizan un teléfono celular y la habilidad para llegar a las emociones de las personas, a través del miedo, recreando una especie de función teatral, que en muchas ocasiones termina con el pago de una suma de dinero considerable.

Caso particular de un hombre llamado “Carlos”, conductor de vehículo tipo camión de una empresa de trasporte ubicada en Cartagena, se asigna la tarea de recoger un material de construcción en el municipio de María La Baja, a una hora especifica.

Durante el recorrido recibe una llamada del supuesto contratista para guiar la ubicación del destino final, que generalmente es una vía secundaria en mal estado. Después de lograr ubicación ideal, desde un abonado telefónico que en algunas ocasiones es de un número desconocido a la víctima, se identifican como Jefe de un Grupo Armado Organizado (ELN o Clan del Golfo), manifestando que lo tienen ubicado, describiendo el sector en el cual se encuentra, así como la descripción del vehículo, marca, color, número de placa.

En seguida con voz fuerte, ordenan que debe detener la marcha, de lo contrario abren fuego, igualmente que no debe comunicarse con las autoridades, debiendo esperar la próxima llamada. En este caso, Carlos detiene la marcha del camión, allí recibe la segunda llamada, en cual establecen que debe descender del automotor y apagar el dispositivo móvil por 30 minutos, que ellos tienen una moto de color oscura monitoreando la zona. Allí estos victimarios cometen su primer objetivo, el cual mediante información hacen creer al conductor que efectivamente este grupo armado se encuentra en el sitio y peligra su vida.

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Por otra parte, siempre colocan señuelos para dar más validez a la historia, en este caso una motocicleta oscura, la cual es común verla en estas zonas, y seguramente va a pasar una de ellas en este lapso de tiempo.

En la segunda parte, los delincuentes aprovechan el tiempo que el conductor se encuentra atemorizado y sin comunicación, así es que toman contacto con el supervisor o gerente de la empresa con la cual coordinaron el servicio. Inmediatamente aducen que el supuesto Grupo Armado, tiene en su poder el vehículo y el conductor, razón por la cual deben entregar una suma de dinero a cambio de no incinerar el vehículo, o en algunos casos no afectar la integridad física del empleado.

Inmediatamente coordinadores y familiares intentan comunicarse con él, sin recibir respuesta. Este escenario motiva la reacción de consignar el dinero solicitado a través de empresas de giros postales.

El Gaula Bolívar de la Policía Nacional, dio a conocer esta modalidad, con el fin de que los ciudadanos y empresas no abran la ventana de oportunidad a estos delincuentes.