Aumenta la crisis económica para restaurantes y gimnasios en Ibagué
Los trabajadores denuncian falta de apoyo en esta crisis por COVID-19.
El aislamiento preventivo que se vive para evitar la expansión del coronavirus obligó a los propietarios de restaurantes y gimnasios de Ibagué a cerrar por completo sus negocios, lo que ha representado un duro golpe a la economía de decenas de hogares y familias.
Ana María Moreno, propietaria del restaurante Ponylandia, expresó a Caracol Radio que, desde que inició la cuarentena, no se ha podido prestar el servicio de forma normal, han tenido grandes pérdidas económicas y se han visto obligados a depender del servicio a domicilio para obtener algo de ingresos que les permitan pagar el arriendo del lugar.
Si bien los restaurantes tienen la opción de vender a domicilio, no es el caso de los gimnasios de la ciudad. La preocupación de los propietarios son las grandes sumas que se deben pagar mes a mes de arriendo. “Al parecer los gimnasios vamos a tener que estar cerrados por 18 meses, la propuesta es que podamos atender con restricciones, que se ejerciten las personas de 10 en 10. Porque la renta y los servicios públicos son muy caros y no tenemos cómo pagar esto, nos tienen al borde de la quiebra”, expresó Fredy Hernández, propietario del gimnasio Scalybur.
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Estos microempresarios expresaron que hasta el momento, no han recibido ninguna ayuda por parte del Gobierno Nacional, y están a la espera de posibles soluciones que les permita volver a trabajar.
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