Aranda: "No pretendemos desconocer el trabajo de los psiquiatras"

El suicidio de un joven de 19 años, quien se lanzó al vacío desde el puente de la variante de Ibagué el pasado 25 de febrero, motivó que la secretaria de Salud de esta capital, Johana Aranda, afirmara que estos casos de suicidio obedecieran a una ausencia de Dios en los corazones de la ciudadanía, lo que generó polémica en un sector de la opinión pública al considerar que el componente de salud mental no se debe abordar desde un ángulo de la fe o alguna doctrina religiosa entendiendo que Colombia es un país laico.

Los primeros en rechazar estas afirmaciones fueron los integrantes de la Asociación de Siquiatría de Colombia, quienes informaron que Ibagué tiene una de las tasas de suicidio más altas ocupando el cuarto lugar a nivel nacional, asimismo reconocen los esfuerzos de las autoridades de salud local, pero las limitaciones de la cobertura, la atención oportuna y la falta de fortalecimiento de la Unidad de Salud de Ibagué son vitales para el abordaje de este tipo de casos. Normalizar los tratamientos por sicología y siquiatría es una necesidad y es clave ampliar la red de cobertura de salud mental en la capital del Tolima.

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Y agrega el comunicado que "la conducta suicida es un hecho doloroso que impacta significativamente en nuestra sociedad con diferentes causales, y desencadenantes y no es cuestión de un solo factor".

Igualmente, el personero encargado de Ibagué, Sergio Gómez, afirmó que el origen del suicidio tiene muchas causas y no apunta únicamente a un tema de doctrina religiosa.

Frente a estas expresiones, la secretaria de Salud Johana Aranda, precisó que no pretendía minimizar la conducta suicida o desconocer el trabajo que realizan los profesionales en sicología o siquiatría, y recalcó que su interés es realizar un trabajo integral con todos los actores para diseñar estrategias que permitan atender esta problemática que en lo corrido del año ya se reportan ocho casos en la ciudad.