"Hay que aprovechar las oportunidades": Mireya Granados Solano
La representante de los pequeños empresarios en la junta directiva de la Cámara de Comercio tiene una historia de tenacidad en los negocios
Bucaramanga
Vender pasajes de último momento a un turista de Cali y cambiar una suma de dinero de bolìvares a pesos le valieron a Mireya Granados Solano un regaño de parte de su tío. Transcurrían los años 60s en Cúcuta y la terminal de transportes de esa ciudad era un lugar de gran dinamismo comercial. Mireya, una adolescente que había pedido a sus padres, trabajaba en el negocio de un tío en la frontera.
Un mes luego del regaño, Mireya recibía un encargo laboral que le significó entrar al mundo del turismo. Meses después viajó a Bogotá para capacitarse en las oficinas centrales de Avianca, en el sector de Chapinero. Durante su permanencia aprendió todo sobre la expedición de los tiquetes aéreos y volvió a Cúcuta con experiencia. Ya casada y con la nostalgia de su tierra se vino para Bucaramanga junto a su esposo.
Era el retorno de Mireya a sus raíces `pues sus padres, Pedro Granados Duarte y Carmen Solano Zapata eran de Santander. En Bucaramanga, trabajó con varias agencias de viajes y se destacó como una de las mejores vendedoras de paquetes turísticos. "Me iba para la zona industrial; pedía permiso para hablar con los trabajadores y con un megáfono llamaba su atención", recuerda.
Sin embargo, el destino le tenìa preparado el reencuentro con una gran amiga que terminó por venderle una dulcería en el centro de la ciudad. De eso hace 19 años. Mireya intentó llegar a la junta directiva de la Cámara de Comercio, lo logró junto a representantes de Acodres y ahora aspira a la reelección. Esta es la historia de una vida de negocios forjada a pulso.