Seis municipios de Boyacá se endeudaron con bonos agua o bonos carrasquilla
Las localidades están preocupadas porque aseguran que sus recursos se va para el pago de las deudas y no para las necesidades de sus habitantes.
Tunja (Colombia)
De los 123 municipios de Boyacá, 6 adquirieron los bonos agua o bonos Carrasquilla que tienen hoy bajo la lupa a Alberto Carrasquilla, el actual ministro de Hacienda.
En la lista de los 117 municipios del país que se endeudaron, aparecen las localidades de San Luis de Gaceno, Otanche, Susacón, Santa María, Caldas y Sora en Boyacá.
La deuda, explican los alcaldes actuales, se adquirió a partir de la creación de la Ley 1176 de 2007, que dio origen al Sistema General de Participaciones y aprobó que los municipios pudieran empeñar recursos futuros, que estaban destinados para el tratamiento de aguas y saneamiento básico sacando un crédito y pagando una tasa de interés a intermediarios. Posteriormente estos bonos fueron redimidos por el Gobierno Nacional y Findeter.
El nivel de endeudamiento del departamento de Boyacá con los créditos por los bonos Carrasquilla asciende a los 8.792.741.356.
Por ejemplo, el alcalde de San Luis de Gaceno, Milton Oswaldo Fernández aseguró que el municipio presenta una importante crisis financiera por cuenta de este endeudamiento.
Decenas de proyectos que incluso tienen que ver con el mejoramiento de la infraestructura para la calidad del agua que consumen los más de 12.000 habitantes de San Luis de Gaceno, localidad de sexta categoría, están frenados por cuenta del préstamo con altas tasas de interés que se adquirió en el 2010, y por el cual tendrá que responder con el pago de intereses más capital hasta el año 2029.
El mandatario explicó que dicha obligación, ha ido resquebrajando las finanzas del municipio.
“Actualmente el municipio paga trimestralmente por esta deuda 55 millones de pesos, situación que afecta las finanzas del municipio y que nos limita para atender otras necesidades de la gente, por ejemplo en temas de agua y saneamiento básico y tratamiento de aguas residuales estamos haciendo vertimientos a las quebradas del rio Lengupá, vecino del pueblo, y por eso pagamos tasas retributivas, plata que podría usarse en otros aspectos”, explicó el alcalde.
Los alcaldes aseguran estar empeñados con el pago de estas obligaciones, y aducen que sus municipios, en su mayoría de sexta categoría, no soportan este tipo de deudas que tendrán que pagar por lo menos durante 10 años más.