Pobreza y desempleo viven los deportados: Un año después del cierre de frontera
Un cambio de vida sustancial enfrentan hoy varias familias deportadas en Cúcuta y distintas ciudades del país.
Cúcuta
El rebusque en las calles, se ha convertido en la principal actividad que realizan cientos de hombres y mujeres que fueron expulsados de Venezuela, doce meses después del cierre de frontera.
“ha sido duro, ver cómo nos demolieron nuestras casas, nos trataron como a perros, salir corriendo como delincuentes, perder todo lo que con esfuerzo y humildad habíamos construidos, hoy pasando necesidades aun, mientras los presidentes como si nada, en la reapertura de la frontera y nosotros seguimos en el olvido fuimos y somos de momento.” Manifestó, una de las deportadas que residen en la ciudadela Juan Atalaya al occidente de Cúcuta.
Aunque para muchos, la reapertura de la frontera, pone fin a los problemas de movilidad, el drama para cientos de familias deportadas continua “ha sido algo muy difícil nos ha tocado duro con mi esposo, hemos estado sin trabajo, El sale y busca lo que se pueda rebuscar, tengo una niña de cuatro años y bregue mucho para que me le dieran la oportunidad de entrar a un jardín, yo que soy profesional no he podido encontrar.”
Frente a este panorama, algunas familias han retornado a Venezuela y las que permanecen en Cúcuta no descartan hacerlo “Con esta condición que estamos viviendo aquí, nos sentimos como entre la espada y la pared por que Venezuela como esta y Cúcuta como esta, hace un año llegamos y no hemos conseguido trabajo ninguno de los dos.”
Otras se han desplazado a distintas ciudades del territorio nacional donde sus familias, allí permanecen en iguales condiciones de vida.