Salud y bienestar

La tragedia persigue a los wayúu hasta después de muertos

La lengua y el desconocimiento, pretexto de las EPS para no cumplirles a los indígenas.

La tragedia persigue a los wayúu hasta después de muertos

La tragedia persigue a los wayúu hasta después de muertos(Colprensa)

La señora Elvira Pinedo Ipuana, una indígena wayúu de 40 años, oriunda de La Flor del Paraíso, que no habla ni entiende el castellano, le tocó ver cómo su hijo, Jesús Alberto Pinedo Ipuana, de 21 años, murió lentamente en una cama del Hospital Nuestra Señora de los Remedios de Riohacha, porque la EPS Comparta, a la que está afiliada desatendió su problema de tuberculosis, que luego de varios días recluido en el centro asistencial le quito la vida.

Jorge González, testigo de esta triste tragedia, narró a Caracol Radio cómo el joven wayúu con el paso de los días fue desmejorando su salud por una tuberculosis tipo uno, (controlable y curable) pasó a dos y cuando llegó a tres le sobrevino un infarto que acabó con su vida, “fue decayendo poco a poco en el hospital”.

Pero la tragedia no termina allí. Elvira, sin plata, sin familia y sin que nadie la entienda, se enfrenta entonces como adquirir un ataúd y cómo trasladarlo a La Flor del Paraíso a más de 300 kilómetros de Riohacha, en su mayoría trocha en muy mal estado.

En medio de su desesperación y sin que nadie le entendiera, ni la atendiera, Elvira le dijo a Jorge que la EPS Comparta se desatendió del caso, en cuanto el muchacho falleció, “no dieron razón de más nada, no se hicieron cargo de nada”, le indicó en su precario castellano.

El cuerpo de Jesús, ya tirado en la morgue del hospital, nadie quería hacerse cargo de él, entre las empresas de cortejo fúnebre, ya se había corrido la bola de que la madre del difunto no tenía ni para un tinto, el único refugio lo encontró en la Funeraria el Carmen, del Mono Santana, que con sus funcionarios recogió el cuerpo y se lo prepararon, “hasta le dimos comida, le permitimos dormir aquí y por la mañana que se diera un bañito y un desayunito”, dijo Jorge.

Pero la tragedia para la señora Elvira Pinedo continuaba. Llevaba dos días sin comer, durmió en la funeraria al lado del cuerpo de su hijo, y después de más de 24 horas, con la caridad de riohacheros, el cuerpo ya en descomposición fue trasladado a Uribia y de allí la Alta Guajira donde le darán cristiana sepultura.

Los líderes wayúu dicen que mientras las EPS sigan con la desatención y no cumplan con sus compromisos, según los contratos firmados, los wayúu niños o adultos van a seguir muriendo. Los funcionarios de las EPS alegan no entender el wayunaiki, dialecto de los indígenas, y este caso en particular, dicen, ocurrió el fin de semana cuando no había traductor. No obstante la líder María Iguarán Epiayu, desde la Alta Guajira, dice que “eso es mentira, es para no gastar la plata que reciben”.

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