La Chamita: una sonrisa que une corazones en Norosí, sur de Bolívar
Un gesto de amor y solidaridad que fortalece los lazos entre la Policía Nacional y la comunidad del sur de Bolívar.

Policía de Bolívar
En el municipio de Norosí hay una niña que, sin portar uniforme, se ganó un lugar especial en el corazón de los policías de ese territorio. Es muy allegada y querida por cada uno de ellos, quienes la conocen con cariño como “La Chamita”. Su sonrisa sincera, su trato respetuoso y su constante actitud de servicio la convirtieron, con el paso del tiempo, en parte de la familia policial.
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La Chamita tiene 11 años y es la segunda de cuatro hermanos: el mayor tiene 14 años, luego sigue ella, un niño de ocho años y la menor, una niña de siete. Vive junto a su madre, Martina Martínez Rodríguez, y su padrastro, Yaider Muñoz, quienes trabajan en el campo para sostener a su familia, habitando una sola habitación que les proporciona su abuelo.
Desde muy pequeña ha enfrentado momentos difíciles. Perdió a su padre, víctima del conflicto armado, una ausencia que marcó su vida, pero que no logró apagar su ternura ni su espíritu solidario. En los policías encontró apoyo, confianza y amistad, sintiéndose siempre bienvenida y protegida.
Durante la temporada navideña, cuando el espíritu de unión y esperanza cobra mayor significado, los policías del municipio decidieron que esta Navidad sería diferente para La Chamita. Entendiendo que para muchas familias la celebración no siempre es posible, quisieron que ella viviera un momento especial, lleno de alegría, afecto y reconocimiento, como símbolo del verdadero sentido de estas fechas.
Cada día se acerca a la unidad con entusiasmo, saludando con cariño, compartiendo conversaciones y ofreciendo su ayuda en pequeños detalles que reflejan su noble corazón. Lo hace sin esperar nada a cambio, con una voluntad genuina que conmueve a quienes la rodean. A pesar de que algunos niños se burlan de ella por la bicicleta viejita en la que se movilizaba, La Chamita nunca dejó de sonreír ni de demostrar su buen carácter.
El 26 de diciembre, fecha en la que cumplió 11 años, los policías le brindaron algo que nunca había tenido: una celebración de cumpleaños. Su madre, por falta de recursos, no había podido festejarle ese día tan especial. Gracias al aporte solidario de los funcionarios de la unidad, se realizó la celebración y, además, se le obsequió una bicicleta nueva, convirtiendo su cumpleaños en un recuerdo inolvidable.
Al recibir el regalo, La Chamita expresó su alegría con sonrisas y palabras de agradecimiento, demostrando que los pequeños gestos pueden generar grandes emociones y dejar huellas imborrables.
Estas acciones hacen parte del compromiso de la Policía Nacional de fortalecer los vínculos con la comunidad, especialmente con la niñez, demostrando cercanía, sensibilidad social y vocación de servicio.
El coronel Alejandro Reyes Ramírez, comandante del Departamento de Policía Bolívar, señaló: “Estas actividades nos permiten acercarnos más a la comunidad y fortalecer la confianza ciudadana. Queremos que nuestros niños y niñas vean en su Policía un apoyo permanente, una institución cercana y humana, que trabaja por su bienestar y por la construcción de un mejor futuro.”
Historias como la de La Chamita reflejan que la seguridad también se construye con solidaridad, confianza y actos que nacen del corazón.



