Crisis alimentaria agrava la situación humanitaria en el Catatumbo
Tejedoras de Paz alerta por el aumento de la violencia, el hambre y los secuestros en la región.

El comercio se mantiene paralizado en varios municipios(@TibuLinda)
Norte de Santander.
La organización Tejedoras de Paz advirtió que la situación humanitaria en el Catatumbo se deteriora aceleradamente por el aumento de la violencia, el confinamiento de comunidades rurales y una creciente crisis alimentaria.
Así lo afirmó Diana Vargas, coordinadora y representante legal de la organización, quien aseguró a Caracol Radio que las familias viven un escenario de riesgo permanente que se profundiza cada día.
Vargas explicó que la combinación de conflicto armado y restricciones de movilidad mantiene a numerosas veredas aisladas.
“La violencia ha marcado y ha enunciado más cada día a las personas, y el confinamiento no permite que estas familias puedan llevar su sustento alimentario a sus hogares”, señaló.
Según Tejedoras de Paz, más de 100 familias atendidas por la organización ya reportan afectaciones directas, especialmente niños y adolescentes en riesgo de desnutrición.
La lideresa enfatizó que las instituciones han tenido dificultades para ingresar a los territorios debido a las amenazas y la persistencia del conflicto.
“Muchas veces no es posible poder llegarles a todas las comunidades, y eso deja maniatadas las acciones locales”, afirmó.
Ante las crecientes restricciones, varias familias han recurrido a medidas extremas para intentar sobrevivir.
Vargas recordó que la organización atiende casos de víctimas que requieren acciones urgentes en materia de derechos humanos y alimentación, pero la respuesta institucional sigue siendo insuficiente.
La situación se agrava con el aumento reciente de secuestros en la región, una práctica que vuelve a afectar a las comunidades rurales.
“Las acciones en contra de las comunidades van a seguir creciendo día con día, y son ellas las que quedan en la mitad del camino de esta violencia”, advirtió.
Tejedoras de Paz hizo un llamado a las autoridades territoriales y nacionales para que adopten medidas de inmediatez, con inversiones reales que permitan llegar a los municipios más afectados.
Según Vargas, las soluciones largas o tardías no responden a la urgencia de las familias que hoy enfrentan hambre, riesgo y aislamiento forzado.



