8 pueblos a 1 hora de Bogotá perfectos para visitar este puente festivo en familia: ¿Calor o frío?
La diversidad geográfica de estos territorios se refleja en montañas, lagunas y valles fértiles que sustentan una importante producción agrícola y ganadera, entre otros aspectos.

Tabio, imagen de referencia (Getty Images). / ChandraDhas
A poco tiempo de Bogotá se extiende un conjunto de municipios que conforman un corredor de naturaleza, tradición y belleza geográfica. Entre los mejores destinos para visitar, durante el puente festivo están: Chía, La Calera, Guatavita, Nemocón, Suesca, Cajicá, Zipaquirá y Tabio.
Todos ellos, enclavados en el altiplano cundiboyacense, comparten un clima templado a frío y una identidad profundamente ligada a la tierra.
Cabe destacar que su diversidad geográfica se refleja en montañas, lagunas y valles fértiles que sustentan una importante producción agrícola y ganadera, mientras que su riqueza cultural se percibe en la arquitectura colonial, los mercados campesinos y las celebraciones locales.
Por otra parte, como ya se mencionó, la cercanía con la capital, entre 20 y 75 kilómetros, aproximadamenda a una hora de distancia o menos, después de salir de Bogotá, posiciona a estos municipios como opciones privilegiadas para quienes buscan descansar sin alejarse, disfrutando de rutas de senderismo, deportes al aire libre, termales, cocina tradicional y experiencias de turismo rural y de bienestar.
Este cinturón de pueblos andinos es, al mismo tiempo, refugio natural y testimonio de la herencia muisca y del espíritu montañoso que define el corazón de Cundinamarca.
¿Qué características geográficas y agrícolas los hacen tan atractivos?
Estos municipios conforman un mosaico geográfico privilegiado dentro de la Sabana de Bogotá, con altitudes que varían entre los 2.500 y 2.700 metros sobre el nivel del mar.
Por ende, cada uno aporta una identidad propia dentro del paisaje andino. Por ejemplo, Chía y Cajicá equilibran el crecimiento urbano con la preservación de sus campos agrícolas y ganaderos; La Calera y Tabio se mantienen como territorios de montaña donde predomina la producción lechera y el turismo rural.
Por otro lado, Guatavita y Suesca se distinguen por sus ecosistemas de páramo, sus formaciones rocosas y cultivos adaptados al clima frío; mientras que Nemocón y Zipaquirá, herederos de una profunda tradición salinera, conservan su vocación agrícola en la siembra de papa y el pastoreo.
Vale la pena considerar que la interacción entre agricultura, recursos naturales y un relieve de gran belleza ha permitido el desarrollo de entornos sostenibles, donde la vida rural convive con la innovación y el turismo arquitectónico y de naturaleza.
¿Qué clima predomina en estos territorios?
Cada uno de estos municipios ofrece una experiencia turística distinta, determinada por su historia, su paisaje y sus tradiciones.
Tenga en cuenta para preparar su itinerario de viajes que Chía se ha consolidado como un centro gastronómico y cultural; La Calera cautiva con sus miradores y rutas ecológicas; Guatavita deslumbra con la mística de su laguna sagrada y el embalse de Tominé.
Asimismo, Nemocón y Zipaquirá sorprenden por la majestuosidad de sus minas de sal; Suesca es sinónimo de aventura y escalada; Cajicá conserva su legado artesanal; y Tabio invita al descanso en sus termales y a disfrutar de sus mercados campesinos.
Desde otra perspectiva, el clima, predominantemente frío, aporta un aire puro y revitalizante: Chía, Cajicá y Tabio promedian 14 °C; La Calera se mantiene en 13 °C; Guatavita y Zipaquirá entre 9 °C y 12 °C; Nemocón ronda los 13 °C; y Suesca llega a 16 °C en los días más templados.




