Escoltas de la UNP denuncian abandono del Gobierno y alertan aumento de ataques
El presidente de Sinproseg, Óscar Rivera, pidió que su labor sea reconocida como de alto riesgo.

Norte de Santander.
El reciente asesinato de un miembro de la Unidad Nacional de Protección (UNP) volvió a poner sobre la mesa la difícil situación que enfrentan los escoltas en todo el país.
Óscar Rivera, presidente nacional de Sinproseg, aseguró en diálogo con Caracol Radio que los escoltas se sienten “invisibles” ante la dirección de la entidad y el Gobierno Nacional.
“Nosotros llevamos años insistiendo en que se reconozca nuestra profesión como de alto riesgo. Hemos presentado proyectos ante el Congreso de la República, pero nunca avanzan, porque no entienden lo difícil que es nuestra labor. En cualquier momento debemos estar dispuestos a ofrendar la vida por nuestros protegidos”, expresó Rivera.
El líder sindical explicó que, aunque la ley en Colombia reconoce el riesgo para trabajadores de distintos sectores, los hombres y mujeres que conforman el personal de seguridad no cuentan con ese amparo. “Somos considerados de alto riesgo por los bancos, por las empresas, por todos, pero no por la ley”, reclamó.
Según Rivera, el recrudecimiento del conflicto en varias regiones del país ha puesto a los escoltas en una posición aún más vulnerable.
“Nos estamos convirtiendo en objetivos de los grupos armados, en medio de esta guerra política que se avecina por el poder. No importa el color ni la ideología, a nosotros nos toca estar en el medio”, señaló.
La situación es especialmente crítica en departamentos como Arauca y Norte de Santander, donde los escoltas deben cumplir sus funciones en zonas dominadas por estructuras armadas ilegales.
“Este año tuvimos un compañero secuestrado durante un mes en Arauca, y muchos otros han tenido que salir desplazados. A veces nos envían a regiones donde ni el Ejército puede ingresar y, aun así, tenemos que entrar sin armas”, denunció.
De acuerdo con cifras recopiladas por Sintraseg, durante este año se han registrado alrededor de 170 casos de escoltas amenazados, desplazados o atacados en diferentes zonas del país. Algunos han sido víctimas de robos de armas y vehículos, mientras que otros han sobrevivido a atentados directos.
Rivera reiteró su llamado al Gobierno Nacional para que se adopten medidas urgentes que garanticen la seguridad y el reconocimiento de los escoltas como profesionales de alto riesgo. “No pedimos privilegios, pedimos justicia. Somos quienes protegemos vidas, pero nadie protege la nuestra”, concluyó.



