La indolencia del gobierno frente a la amenaza contra mi padre ha sido aterradora: Mauricio Lizcano

En entrevista con 6AM de Caracol Radio, el precandidato presidencial Mauricio Lizcano relató un episodio que calificó como “doloroso y aterrador”: una corona fúnebre enviada a su sede de campaña en Manizales, con un mensaje dirigido a su padre, Óscar Tulio Lizcano, excongresista y víctima de secuestro durante ocho años por parte de las FARC.

“Ayer, hacia las 6:30 de la tarde, el alcalde de Manizales me llamó para informarme que había llegado una corona con un mensaje que decía: ‘Descanse en paz, Óscar Tulio Lizcano’. Pensé que era una hoja pequeña, pero cuando me enviaron las fotos vi que era un arreglo grande, de los que se ponen en los funerales. Fue un golpe muy duro, me estremeció y me devolvió a esos años de angustia que vivimos como familia”, relató con evidente emoción.

El dirigente explicó que su equipo de trabajo acudió de inmediato a la Fiscalía General de la Nación para interponer la denuncia formal, permaneciendo allí hasta altas horas de la noche.

“El Gobierno ha sido indolente y aterradoramente pasivo”

Lo que más lo sorprendió, dijo Lizcano, fue la “falta total de respuesta del Gobierno Nacional” ante una amenaza que involucra a un ciudadano víctima del conflicto armado y a la familia de un aspirante presidencial.

“La indolencia del gobierno ha sido aterradora. Hasta las 10 de la noche intenté hablar con la ministra del Interior, con el ministro de Defensa y con el director de la Policía, pero ninguno respondió. Solo me contactó un funcionario de la DIPRO para decirme que enviara una carta solicitando una evaluación del riesgo. Eso fue todo”, denunció.

Lizcano, quien fue ministro de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (MinTIC) y presidente del Congreso, señaló que no pedía privilegios, sino una acción mínima de solidaridad y prevención ante un hecho que claramente revictimiza a su padre, quien fue secuestrado por la antigua guerrilla durante casi una década.

Revictimización y dolor familiar

El precandidato insistió en que su padre no tiene hoy participación política activa:“Él está retirado, vive tranquilo en Caldas y me ayuda en algunos temas menores. Pero el golpe fue durísimo, especialmente para mi mamá, que rompió en llanto cuando le conté lo ocurrido”.

Lizcano recordó que su padre fue uno de los secuestrados más emblemáticos del país. “No puede ser que haya que mandar una carta para que un comité evalúe si vale la pena proteger a un hombre que fue víctima del secuestro más largo del país. Eso demuestra una indolencia institucional que asusta”, afirmó.

“Meterse con la familia es un acto cobarde”

El dirigente calificó el hecho como un acto cobarde, al involucrar a miembros de su familia en una contienda electoral que apenas comienza.“Yo soy quien decidió ser candidato y sé los riesgos que eso implica, pero meterse con la familia es lo más bajo y doloroso”, expresó.

Además, advirtió que este tipo de amenazas afectan no solo su campaña, sino el ambiente democrático del país. “Cuando los candidatos sienten que están solos, la democracia pierde fuerza. Estamos en manos de Dios, concluyó.

Llamado urgente a las autoridades

Finalmente, Lizcano hizo un llamado al Gobierno Nacional y a las autoridades competentes para que reforicen las medidas de protección y se investigue el origen de la amenaza.

“Esto no se trata solo de mí o de mi padre, sino del respeto por la democracia y la seguridad de todos los candidatos. En este momento, sentimos que estamos en manos de Dios”, insistió.