“Me arrebataron a mi hija”: el clamor de Ramón Arias tras el feminicidio de su hija Yolanda
El presunto responsable fue capturado en las playas de Puerto Colombia, Atlántico, cuando intentaba escapar.

Yolanda Arias, víctima de feminicidio en Barranquilla.
Barranquilla sigue estremecida por el feminicidio de Yolanda Estefany Arias Santos, una joven de 25 años, madre de una niña de nueve, asesinada presuntamente por su pareja en el barrio La Manga. La tragedia, ocurrida en la madrugada del sábado, dejó a una familia rota y a un padre devastado.
Ramón Arias, padre de la víctima, habló con la voz quebrada sobre lo sucedido. “Ella vivía con un joven hace dos años. Era muy celoso, demasiado, y parece que la maltrataba. Yo no sabía eso, porque si lo hubiese sabido, frenaba esa relación enseguida”, dijo.
El día de los hechos, Yolanda había compartido con su familia en un evento. Su hermana la vio llorar, pero no imaginó lo que pasaría horas después. “Me la cogió dormida y me la asesinó. La estranguló, la asfixió poniéndole una almohada en la boca. Acabó con la vida de mi hija”, relató con dolor Arias.
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El presunto feminicida de Yolanda Arias intentó escapar
El presunto agresor, identificado como Jairo Páez Muñoz, habría dejado una carta pidiendo perdón a su familia. Tras el crimen intentó suicidarse lanzándose al mar en el Castillo de Salgar, pero fue rescatado por la Policía, que ya lo tenía bajo custodia.
Yolanda llevaba apenas un mes trabajando en un almacén de ropa en el centro de Barranquilla. “Era alegre, sonriente, humilde. Nunca daba lo que no tenía. Hablé con ella dos días antes, me vacilaba porque yo tengo un dolor en el hombro. Era juguetona, muy cercana a mí. Yo fui padre y madre para ella, porque su mamá nos dejó y yo me entregué por completo a mis hijos”, recordó su papá entre lágrimas.
Ramón Arias pide que el crimen no quede impune. “Que se ponga mano dura con él, que lo condenen como debe ser. Mis hijos no son de problema. Me quitaron a una hija buena, noble, que solo quería vivir”.
Con este nuevo caso, la violencia contra las mujeres vuelve a dejar en evidencia un flagelo que no da tregua en Barranquilla y el Atlántico, y que continúa dejando familias destruidas.



