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¿Qué pasó con los restaurantes de Don Jediondo? La verdad detrás de la liquidación de 33 locales

Pedro Antonio González, más conocido como ‘Don Jediondo’, habló por primera vez en La Luciérnaga, de Caracol Radio, sobre la liquidación de sus restaurantes: “Nos acogeremos a todo lo que diga la Superintendencia”.

¿Qué pasó con los restaurantes de Don Jediondo? La verdad detrás de liquidación de la SIC

¿Qué pasó con los restaurantes de Don Jediondo? La verdad detrás de liquidación de la SIC

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Don Jediondo (Fotos: Colprensa)

El pasado 26 de agosto de 2025 se confirmó la liquidación judicial de ‘Don Jediondo Sopitas y Parrilla S.A.S.’, negocio del humorista Pedro González.

Esta cadena, que llegó a tener 33 puntos de venta y más de 200 empleados, no logró superar los incumplimientos financieros que la llevaron a la reorganización en 2022.

Aunque sus activos y pasivos estaban casi equilibrados, la empresa no pudo demostrar capacidad de pago ni alternativas sostenibles.

Este cierre definitivo marcó la salida de la marca de importantes centros comerciales en Bogotá, Medellín y Cali, cerrando un ciclo de más de una década en el sector gastronómico.

En este orden de ideas, ‘Don Jediondo’ pasó por los micrófonos de ‘La Luciérnaga’ para hablar por primerza vez sobre el desarrollo de este proceso.

¿Por qué se liquidaron estos restaurantes?

En principio, ‘Don Jediondo’ recordó que hace seis años la Superintendencia de Sociedades le aceptó el proceso bajo la Ley 1116 de 2006, lo que implicaba cumplir con pagos y compromisos financieros.

No obstante, explicó que por factores propios del mercado no se pudieron cumplir esas obligaciones.

También señaló que el pasado martes un juez de la Superintendencia de Sociedades dictó la sentencia que ordenó la liquidación de ‘Don Jediondo Sopitas y Parrilla’, dando cierre definitivo a una etapa que buscó sostenerse en medio de un panorama económico adverso.

“Nosotros, obviamente, como respetuosos de la ley, nos acogeremos a todo lo que diga la Superintendencia”, afirmó el humorista.

¿Qué sucederá con los 33 restaurantes?

Por su parte, ‘Don Jediondo’ expresó que sus restaurantes cierran sus puertas y que, desde ahora, el control estará en manos del agente liquidador designado por la Superintendencia de Sociedades.

Por otra parte, explicó que esta figura asumirá la administración de la caja y de los puntos de venta, revisando los activos disponibles. Señaló que, al acogerse a la ‘Ley de Reestructuración 1116’, una empresa debe demostrar que sus pasivos se equilibran con los activos o que estos alcanzan a cubrir las deudas.

Por ende, indicó que esa fue la condición para acogerse al proceso, aunque finalmente no lograron sostenerlo en el tiempo.

En este caso quiere decir que los activos cubren las deudas; entonces entran a manejar los activos y con eso a responder por las deudas con las que queda la empresa”, agregó.

¿Cuándo empezó la crisis?

Don Jediondo dijo que la crisis de su empresa comenzó hace más de diez años con una fuerte ola invernal y se agravó con la pandemia y el paro nacional, que encareció insumos como la carne y el pollo.

El comediante agregó que no fue responsabilidad de ningún gobierno, pues incluso en la pandemia recibieron ayudas para pagar los sueldos de trabajadores. En contraposición, reconoció que los verdaderos responsables fueron ellos mismos y que lo más doloroso es el impacto sobre los empleados.

Llegamos a tener más de 400 trabajadores en su mejor momento. Después, con la reducción, porque hubo que, después de pandemia, cerrar algunos puntos, nos quedamos con 208 trabajadores hasta hoy, o hasta ayer, mejor dicho, hasta ayer, que es lo que más me duele a mí”, añadió.

En este escenario, contó que un superintendente le dijo que debían estar liquidados hace dos años, pero insistieron en luchar y dar la cara hasta el final.

El duelo que representa este cierre

Don Jediondo dijo que junto a su esposa María Eugenia y sus hijos intentaron sostener la empresa esperando un milagro en ventas y utilidades, pero pese a múltiples estrategias y búsqueda de socios no fue posible.

Del mismo modo, reconoció que finalmente tuvieron que rendirse como un boxeador que tira la toalla, aunque hicieron todo lo posible. El comediante expresó dolor por los trabajadores, que llegaron a ser más de 400, y por las familias afectadas, aunque sostuvo que algunos ya se pensionaron.

Además, también aprovechó relatar una anécdota: “hay un cliente, por ejemplo, que va sagradamente a ‘Santa Bárbara’ y ayer nos escribió: ‘¿Qué va a pasar con mi sopita, mi mazamorra chiquita?’. Yo sé que se la va a poder tomar en otra parte, pero él quería, era en Don Hediondo”.

Por otro lado, admitió que la ambición de crecer se salió de control y dejó compromisos con bancos e impuestos. Aun así, valoró la experiencia vivida. “El ego y de pronto la ambición, querer hacer una empresa grande, porque nosotros llegamos a tener más de 50 puntos. Pero... quisimos tener una empresa grande, pero se salió de control, se salió el manejo”.

Del cuidado de la salud mental a la materialización del primer restaurante

Pedro González también contó que en 2012 atravesó ataques de pánico y depresión, tratados durante dos años con medicación psiquiátrica; relató que un día, en la Fundación Santa Fe, tuvo un impulso de lanzarse al vacío, pero fue detenido por una enfermera y el doctor Chalela.

Mientras esperaba una cita, se acercó a un balcón y sintió una voz interior que le decía: “Láncese, láncese, pero láncese ya.” González describió la sensación como si solo necesitara doblarse para lanzarse al vacío. Sin embargo, se aferró a la baranda del balcón.

La enfermera se acercó, preocupada, y tras contarle lo sucedido, González fue atendido por la enfermera y el doctor Chalela. Él atribuye su salvación a un “milagro” divino, una fuerza superior que le impidió lanzarse, afirmando con seguridad que fue Dios quien lo hizo aferrarse a la baranda, ya que su cuerpo le decía que se lanzara.

Después de este episodio, un amigo le aconsejó comprar un local para su vejez, lo que terminó convirtiéndose en restaurante. “No pensé que fuera tan difícil hacer empresa en Colombia, sino en muchas partes y no le echo la culpa a Colombia. Colombia es un gran país y como lo hemos comentado en muchas charlas con Gabo, si tuviera que vivir en alguna parte del mundo escogería Colombia. Con todo y los problemas que hay ahí y las dificultades para hacer empresa”.

Para Don Jediondo, el cierre de sus restaurantes es como perder a un ser querido: “uno siente que murió un pariente”, concluyó.

Vea la entrevista completa

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