Luto en el deporte por la muerte del apneista manizaleño Cristian Castaño Villa
Era recordado por sobrevivir al ataque de un tiburón oceánico en las aguas de San Andrés.

Cristian Castaño Villa, apneísta colombiano. Fotografía instagram: @cristiancastanov
Manizales
Manizales y el deporte está de luto por el fallecimiento de Cristian Castaño Villa, un apneísta de 40 años, cuya muerte ha conmocionado a la ciudad y a cientos de deportistas que han depositado en sus redes sociales sentidos mensajes de despedida.
Aunque su profesión era Ingeniero Civil, encontró en los mares su pasión, la cual realizó logrando importantes triunfos, imponiendo 28 récords nacionales en diferentes oportunidades.
El deseo de Cristian y así lo escribía era: “representar a mi ciudad y a mi país me llena de orgullo. Quisiera poder seguir mi proceso y alcanzar metas que ningún colombiano ha conseguido”.
En la página web de Freedivecolombia.com en su perfil como instructor destacaban su participación en más de 20 competencias internacionales en países como Filipinas, Indonesia, Egipto, Honduras, Grecia y Turquía.
Cristian decía que “la vida me ha dado la oportunidad de recorrer el mundo haciendo y trabajando en lo que amo. La apnea me ha llevado a superar retos, obstáculos y miedos que para muchos pueden parecer imposibles”, esto como motor para llevar a las personas a superar sus limitaciones y hacer lo que más desean.
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Ataque de tiburón
Castaño había sido noticia a nivel nacional hace algunos meses por su asombrosa recuperación tras ser atacado por un tiburón oceánico de puntas blancas en San Andrés, un incidente que lo convirtió en un símbolo de resiliencia y amor por la naturaleza.
El ataque del tiburón ocurrió en julio del año 2023, mientras Cristian practicaba apnea, una de sus grandes pasiones, en las aguas cristalinas del sector conocido como Nirvana de la isla colombiana.
En su momento, Cristian relató al programa “Planeta Caracol” que dirige Fidel Franco que “el ataque fue de un tiburón puntas blancas oceánico de dos metros de largo, prácticamente en la superficie del mar. Vi que el tiburón estaba agresivo. Siento que lo que él tenía era hambre. En el primer acercamiento lo golpeo con mis aletas. Decidimos nadar hacia la orilla y el tiburón insistía en acercarse y me muerde y comencé a ver sangre en el agua”.
A pesar de la gravedad del incidente, que le dejó múltiples heridas, Castaño demostró una fortaleza admirable al lograr salir del mar por sus propios medios. Las heridas, aunque numerosas y requiriendo más de 100 suturas, afortunadamente no comprometieron órganos vitales ni tendones, lo que permitió una recuperación que muchos calificaron de milagrosa.
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Amor por las aguas y respeto por la naturaleza
Lo más notable de Cristian, incluso en medio de la emergencia y el dolor, fue su profunda preocupación por el animal que lo atacó. En lugar de resentimiento, Castaño siempre defendió al tiburón, atribuyendo su comportamiento inusual a la pesca indiscriminada y al daño ambiental que ha alterado drásticamente los hábitats marinos.
Para él, estas prácticas humanas están forzando a especies marinas como los tiburones a desplazarse hacia zonas inusuales, aumentando la probabilidad de encuentros desafortunados con humanos. Su postura reflejaba un profundo respeto por la vida marina y una crítica contundente a la irresponsabilidad humana.
Un adiós lleno de admiración
Sus amigos a través de las redes sociales le dejan mensajes en su perfil como: “Me despido de ti en la inmensidad, espero que donde quiera que estés te encuentres bien y en paz, que Dios te permita seguir surcando los mares y haciendo lo que tanto amabas”.
Otros de los mensajes que se observan en sus redes son: “dejaste un gran legado de esfuerzo y dedicación. Que descanses en paz. Vas a ser extrañado por muchos”. “Gracias a ti y Lore practiqué la apnea. Que los océanos te cuiden donde estés”.
La comunidad de Manizales y el mundo de la apnea lamentan profundamente la pérdida de Cristian Castaño Villa, recordando no solo su habilidad deportiva y su valentía, sino también su humanismo y su inquebrantable defensa del medio ambiente.
Los que le conocían destacan que su legado perdurará como un recordatorio de la fragilidad de nuestros ecosistemas y la importancia de coexistir en armonía con la naturaleza y la pasión por hacer lo que más amas.




