El agua llegó a La Guajira, la carretera no: ¿Peralta y Loreto atrapados en la misma trocha?
Mientras los habitantes de la Alta Guajira sufren por las malas condiciones de sus vías, algunos políticos de la región parecen aprovechar la ocasión para hacer política con la grave situación

13 horas de viaje y abandono en La Guajira: así se conectan hoy Uribia y Nazareth
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El agua llegó a La Guajira, la carretera no. ¿Peralta y Loreto atrapados en la misma trocha?
Desde año pasado, en Caracol Radio advertimos la crisis que vive en la Alta Guajira por la falta de una vía que conecte Riohacha, Uribia y Nazareth: un trayecto que hoy se tarda 13 horas y que, con una carretera de 110 kilómetros, podría hacerse en apenas hora y media, beneficiando a más de 300.000 indígenas
En ese mismo escenario, la senadora Martha Peralta llegó a Puerto Estrella, para lo que muchos han juzgado y señalado como una oportunidad para aprovechar y sacar como propio, un proyecto que en realidad sacó adelante la Gobernación. Se está hablando de la planta desalinizadora que costó 6.800 millones y que por fin llevará agua potable a más de 7.000 habitantes.
Pero lo que llamó la atención en la última visita de la senadora Peralta, fue que quedó atorada en medio de la travesía...
Aun así, llegó acompañada del cuestionado representante Juan Loreto, quien ahora también pide ayuda del Gobierno nacional para la construcción de vías en la Guajira, pese a que hasta hoy, el tema ha estado ausente de sus prioridades, según las denuncias que se han conocido en Caracol Radio por parte de la propia comunidad.
Loreto es cuestionado, entre otros, por el escándalo del robo de energía de Aire, como se contó esta mañana, en una investigación de 6AM con Gustavo Gómez, y como una de las propiedades del Representante en Barrancas, era una de las más beneficiadas con estos hechos de corrupción.
La senadora Peralta, por su parte, relató en redes el viacrucis de 16 horas que vivió para regresar de Puerto Estrella a Uribia, quedando en evidencia que ni siquiera conoce a fondo su propio territorio ni ha gestionado lo esencial: la carretera que claman sus comunidades.
El agua llegó, pero la vía, que sería la verdadera arteria de desarrollo para la Alta Guajira, sigue siendo la deuda pendiente, y ahora, en plena carrera electoral para el 2026, algunos políticos aprovechan las graves inundaciones para tomar este caballito de batalla.



