La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca va de frente contra la ilegalidad minera
Según señalaron los profesionales de la CAR, esta actividad estaba generando graves afectaciones al medio ambiente.

La explotación de carbón ilegal se realizaba en el predio La Lomita, ubicado en la vereda Firita Peña Arriba, en Ráquira, Boyacá / Foto: Prensa CAR
Ráquira
Luego de un arduo trabajo articulado entre la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), el Ejército Nacional, la Fuerza Aeroespacial de Colombia y la Policía Nacional, se logró suspender la explotación de carbón de una mina ilegal en el municipio de Ráquira, Boyacá.
De acuerdo con la entidad ambiental, el operativo, que fue liderado por la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental (UIGA) de la CAR, con el apoyo de la dirección regional Chiquinquirá, permitió a los técnicos evidenciar, en el predio La Lomita, ubicado en la vereda Firita Peña Arriba, en jurisdicción del municipio de Ráquira, una afectación directa al recurso suelo por la remoción de cobertura vegetal en un área estimada de aproximadamente 6.400 metros cuadrados, en la que también se hallaron depósitos de material estéril sin manejo técnico.
“Gracias a esta labor, se logró detener una actividad ilegal de minería en la vereda Firita, Peña Arriba en la zona rural del municipio de Ráquira, Boyacá. En esta ocasión se realizaba extracción mecanizada de carbón mineral sin licencia ni plan de manejo ambiental. Las autoridades intervinimos en el lugar suspendiendo las actividades y decomisando equipos utilizados para esta práctica ilegal”, indicó Yiber Esteban González Gil, director regional de la CAR Chiquinquirá.
El directivo de la corporación aseguró, además, que este tipo de actividades que se desarrollan sin permisos, licencias o títulos genera graves riesgos para el medio ambiente.
“Esta disposición inadecuada representa una amenaza significativa para la estabilidad del terreno y la calidad del suelo, al provocar pérdida de nutrientes y facilitar el arrastre de sedimentos hacia fuentes hídricas por efecto de las lluvias”, añadió el director de la corporación.
Por otro lado, tras los resultados de la investigación, se encontraron condiciones inadecuadas en el manejo de aguas residuales provenientes de la actividad minera, las cuales eran vertidas al suelo sin control de sustancias químicas generando riesgos potenciales de contaminación sobre el entorno y afectaciones al recurso hídrico cercano.
A esto se suman las emisiones de material particulado y el tránsito constante de maquinaria pesada, que también comprometen la calidad del aire, especialmente en temporadas secas.
En los resultados del informe técnico entregado por los profesionales de la CAR, se encontró alteración del recurso paisaje, toda vez que la actividad minera venía generando un deterioro progresivo y visible, producto de la alteración del relieve, la exposición del subsuelo y el abandono de residuos sólidos.
“Estos impactos influyen en la fragmentación del ecosistema y ocasionan un desequilibrio en la biodiversidad, afectando no solo al entorno físico, sino también a las dinámicas sociales y productivas de la región”, agregó González Gil.
En consecuencia, la CAR impuso medida preventiva consistente en la suspensión de toda actividad minera en el sitio, con el fin de evitar la continuidad del daño ambiental.
“La CAR hace un llamado a toda la comunidad a proteger nuestros recursos naturales y denunciar cualquier que ponga en riesgo el medio ambiente. La naturaleza es de todos y debemos cuidarla”, enfatizó Yiber González.

Los profesionales de la CAR, encontraron alteración del recurso paisaje, toda vez que la actividad minera venía generando un deterioro progresivo y visible / Foto: Prensa CAR



