Calidad del aire mejoró en Cundinamarca: las lluvias ayudaron a reducir la contaminación ambiental
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca monitorea constantemente la calidad del aire para establecer alertas.
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Cundinamarca
Durante la época de lluvias en el país se presentaron emergencias por derrumbes e inundaciones que afectaron varios municipios y carreteras de Cundinamarca que hasta la fecha continúan atendiendo.
Aunque el invierno ha generado que cientos de personas sean damnificadas, también ha aportado a mejorar la calidad del aire del departamento.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) informó que durante los meses de abril, mayo y junio de este 2025 la calidad del aire mejoró, según lo reportado por la mayoría de sus estaciones de monitoreo.
De acuerdo con la autoridad ambiental, esto se debe a la prolongada temporada de lluvias que ayudó a reducir la concentración de contaminantes en el ambiente.
“Nuestro compromiso es seguir monitoreando de manera permanente e ininterrumpida para establecer la ocurrencia de episodios que impliquen la declaratoria de alertas para las autoridades y comunidades vecinas”, explicó el director de Recursos Naturales de la CAR, Sebastián Saldarriaga Rivera.
Saldarriaga explicó que esto moderó las temperaturas extremas y favoreció la ventilación disminuyendo los contaminantes.
La CAR indicó que en los primeros 6 meses del año se evidenciaron dos eventos de transporte de polvo sahariano. El primero ocurrió entre el 12 y 14 de abril, y el segundo el 28 y 30 de mayo.
“Estos episodios fueron de corta duración y no comprometieron significativamente la calidad del aire, debido a la alta humedad y lluvias persistentes en la zona”, aseguró la Corporación.
Aumentó la contaminación en zona rural de Bogotá
A pesar de los resultados positivos de la calidad del aire en Cundinamarca, en el sector de el Mochuelo en Bogotá, se registró un aumento en las concentraciones de material particulado de un 13,2 % por encima del valor límite diario.
Vale recordar que el Mochuelo queda al lado del Relleno Sanitario Doña Juana, uno de los rellenos más grandes de la región al que llegan desechos de Bogotá y de municipios aledaños. Durante años los habitantes de esta zona rural se han quejado de la contaminación en la que viven. Malos olores y proliferación de moscas es de lo que más se quejan las personas.
Sin embargo, estas problemáticas no han sido tenidas en cuenta por el Distrito capital.
En términos de material particulado grueso, más conocido como PM10, las estaciones de medición registraron picos elevados en estaciones como Tocancipá Tibitoc, donde queda la Planta de Tratamiento de Agua Potable, y Soacha, “pero en ningún caso los promedios superaron los límites”.
