Buques de cabotaje y de pesca esperan retomar sus actividades tras alerta de tsunami en el Pacífico
Restricción de la Dirección General Marítima paralizó operaciones de carga y pasajeros en Buenaventura tras advertencia de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo
La navegación marítima en el Pacífico colombiano fue suspendida temporalmente durante la mañana de este miércoles debido a la alerta emitida por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo tras el terremoto ocurrido en Rusia. La medida afectó a Buenaventura y varios municipios costeros, donde operan embarcaciones de cabotaje de carga y pasajeros.
Javier Torres, presidente de Atrasmaflupa (Asociación de transporte marítimo y fluvial del Pacífico), que es la asociación de buques de cabotaje, informó que tomaron medidas desde antes que se emitiera la alerta por parte de la UNGR.
“Desde que supimos la noticia del terremoto en Rusia le venimos haciendo un seguimiento, esperando alguna alerta por parte de las entidades del Gobierno colombiano y una vez emite la alerta por parte de la unidad de riesgo, por supuesto eso prende las alarmas”, explicó Torres.
Posteriormente, la Dirección General Marítima (Dimar) oficializó la restricción para la navegación, lo que obligó a paralizar el despacho de embarcaciones desde y hacia Buenaventura.
Javier Torres, presidente de Atrasmaflupa
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Torres, detalló que en la mañana se preveía el zarpe de entre 15 y 25 embarcaciones, que tuvieron que detener sus actividades. “Solo desde Buenaventura tenemos una parálisis de casi 25 embarcaciones que iban a zarpar hoy. Además, otras que venían en ruta”, añadió.
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Según explicó Torres, en el muelle turístico de la Bahía de Buenaventura, donde también operan rutas hacia diferentes destinos del Pacífico, la operación está completamente detenida a la espera de que las condiciones marítimas vuelvan a la normalidad, algo que se prevé pueda ocurrir entre las 12:30 p. m. y 1:00 p. m.
A pesar de la alerta, no se han registrado mayores alteraciones en el comportamiento del mar, aunque los marinos permanecen atentos. “Estamos muy pendientes de las primeras olas que llegan a Malpelo, que nos da una idea de cómo puede impactar en el resto del Pacífico. Nuestros compañeros están en las playas del Chocó también observando el comportamiento del oleaje, lo que nos da una idea para el resto del Pacífico”, explicó Torres.
Por el momento las embarcaciones esperan la señal de la Dimar y de la oficina de Gestión de Riesgo para reactivar sus operaciones.
