Álvaro Uribe Vélez: Así fueron los ocho años de su gobierno y su impacto en Colombia
El expresidente marcó un antes y un después en la historia política colombiana. Aquí le contamos como fueron los años de su mandato y lo más relevante.

MEDELLIN, COLOMBIA - JANUARY 26: Colombian President Alvaro Uribe / Victor Chavez
Cuando Álvaro Uribe llegó a la presidencia de Colombia, en 2002, el país se encontraba en uno de sus peores momentos. El conflicto armado, el paramilitarismo, el narcotráfico, los atentados y la desesperanza por la violencia, tenían a las personas en una profunda incertidumbre, ya que, en ese momento, los grupos armados controlaban las zonas rurales.
Durante la campaña presidencial del 2002, en medio del caos que estaba atravesando el país debido a los fallidos Acuerdos del Caguán y un aumento en el reclutamiento y enfrentamientos por parte de grupos armados, la población civil no veía salida. Fue entonces cuando Uribe ánimo al pueblo a votar, prometiendo combatir los grupos armados y poner “mano firme” a la politiquería, la corrupción y la violencia.
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Periodo del 2002 al 2006
El 7 de agosto del 2002 Álvaro Uribe Vélez asumió la presidencia de Colombia, siendo el primer presidente en ganar en la primera vuelta. Durante los primeros meses de su mandato, el expresidente declaró estado de conmoción interior para, según él, recuperar el orden público del país.
Durante ese primer año, Uribe se enfocó en combatir y sacar varios frentes de Las Farc, que se habían tomado pueblos y municipios en Colombia, intentando cumplir la promesa de “mano firme”. Pese a que estaba teniendo éxito, se puso en tela de juicio los posibles nexos del gobierno con el paramilitarismo y el narcotráfico que estaban en auge.
Acuerdos de Santafé de Ralito
En el 2003 Uribe firmó el Acuerdo Santafé de Ralito con las Autodefensas de Colombia (AUC) en Tierralta, Córdoba, en la que los jefes paramilitares prometieron dejar las armas para diciembre del 2005, diciendo que respaldaban las acciones del Estado y compartían el mismo propósito del gobierno de “lograr” una Colombia sin narcotráfico.
Según la Comisión de la Verdad, la razón principal por la que las AUC estaban “dispuestas” a dejar las armas y negociar con el gobierno Uribe, era por las siguientes razones: "legalizar parte de su dinero – el cual era ilícito -, ganar poder político y sobre todo, no ser extraditados a Estados Unidos".
Ambas partes afirman cosas distintas, los paramilitares aseguraban que fue el mismo gobierno quien llegó a hablar con ellos sin obligación alguna. Por otro lado, Uribe ha negado estás acusaciones, incluso, en su página web oficial dice que se trata de “injurias y calumnias”.
Otros planes e implementaciones en el gobierno
- Durante gran parte de este periodo, el gobierno promovió distintos planes para reforzar la seguridad en el territorio, como el Plan Patriota y el plan Coraza. Estos tenían como objetivo enviar brigadas y batallones a zonas geográficas que estaban o estuvieron invadidas por grupos armados.
- Implementó una reforma laboral en 2002, la Ley 789: Esta buscaba incentivar la contratación y promover el empleo formal, pero fue criticada por precarizar las condiciones de trabajo de algunos trabajadores.
- Tuvo una alianza con el entonces presidente de los Estados Unidos George W. Bush para luchar contra el terrorismo y el narcotráfico en busca de nuevas alternativas para combatir la pobreza y mejorar el índice económico y laboral de Colombia. Estos encuentros se realizaron entre el 2002 y el 2004.
En ese mismo año, en noviembre, la Corte Constitucional aprobó la reelección (cuya idea fue promovida por él mismo Uribe). Fue cuando el expresidente declaró que se relanzaría a la presidencia en 2006, en la que ganó nuevamente con el 62% de favorabilidad.
Periodo del 2006 al 2010
El segundo periodo presidencial de Uribe comenzó el 7 de agosto de 2006, dónde en su discurso de posesión dijo una de sus frases más famosas y cuestionables: “Aquí no vinimos a quejarnos, sino a trabajar”. Esto respaldando sus propuestas de campaña.
Al Plan de Desarrollo Nacional de ese momento, se le sumó el plan de gobierno: Estado Comunitario. El cual consistió en acercarse a la ciudadanía y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos públicos. Asimismo, se instauraron los espacios que el expresidente denominó como Consejos Comunitarios, que le permitirían a Uribe y a su gobierno “escuchar” al pueblo.
En este periodo de cuatro años se enfocó en hacer cumplir el Plan Nacional, cuya prioridad máxima, era lograr una seguridad democrática, expandir la economía colombiana y mejorar el sector laboral.
Pese a que su anterior mandato tuvo éxito con operaciones militares, como la Operación Orión, la cual hasta hoy es cuestionada por la forma en la que se llevó a cabo, hubo un punto de inflexión importante entre 2007 y 2008.
Escándalo de los Falsos Positivos
En 2007 el gobierno de Estado Unidos comenzó a sospechar del entonces comandante del Ejército, Mario Montoya, nombrado por Uribe en el 2006. Congelaron las ayudas económicas, solicitando una investigación en contra de Montoya por presuntos nexos con el paramilitarismo. También, por la creciente ola de supuestos combatientes y paramilitares muertos en fosas comunes.
Sin embargo, Montoya siguió liderando operaciones exitosas en la baja de grandes cabecillas, como Raúl Reyes, comandante de Las Farc en ese momento.
Para el 2008, luego del escándalo de los jóvenes de Soacha que fueron encontrados en fosas comunes y declarados como falsos positivos, el ex jefe de Estado destituyó a 27 militares, fue ahí cuando renunció el general Mario Montoya.
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La postura del gobierno ante los asesinatos era de negación absoluta, dónde sugerían que todo era una estrategia para desprestigiar al Ejército Nacional.
2009: Uribe responde y la crisis comienza
En un comunicado, el exmandatario, según informes de la Comisión de la Verdad, declaró “Las Fuerzas Armadas de Colombia, en ese proceso de ser eficaces y transparentes, corrigen gustosas cualquier falla, no aceptan ‘falsos positivos’ y tampoco se van a dejar acomplejar por falsas acusaciones”.
Las reacciones internacionales no se hicieron esperar y el hecho causó una gran conmoción. Además, la asignación de un nuevo comandante no refrescó el panorama, pues la persona que designó Uribe como comandante del Ejército, Enrique González Peña, también tenía acusaciones de haber participado en falsos positivos.
Finaliza una era
Después de la renuncia del Ministro de Justicia de ese entonces, Juan Manuel Santos, las acusaciones de nexos con el paramilitarismo y la postura frente a los falsos positivos, el expresidente frenó las reformas que venía trabajando. Aparte, también venía el cambio de gobierno en 2010, con Santos asumiendo el cargo.
Cabe resaltar que Uribe se alejó de Santos cuando este, públicamente, comenzó a oponerse al partido al que alguna vez perteneció y así nació una enemistad.



