Hay emergencia humanitaria, amenazas y restricciones: gobernadora por paro armado del ELN en Chocó

Una nueva amenaza de paro armado por parte del Frente de Guerra Occidental del ELN vuelve a poner en jaque al departamento del Chocó.

Este grupo guerrillero anunció restricciones totales a la movilidad terrestre y fluvial desde el próximo viernes 25 de julio, lo que podría agravar la crisis humanitaria.

La Defensoría del Pueblo alertó sobre posibles confinamientos y afectaciones al acceso a salud y alimentos.

Esta sería la tercera vez en 2025 que el ELN impone su ley en la región. La guerrilla justificó la medida por supuestos abusos del Ejército durante una operación reciente en el municipio de Lloró.

En este orden de ideas, la gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba, pasó por los micrófonos de 6AM para abordar este anuncio del ELN.

¿Qué está sucediendo en Chocó?

En principio, Córdoba expresó que la mayor dificultad del departamento es vivir bajo constantes emergencias traslapadas. Aseguró que este territorio enfrenta una nueva emergencia humanitaria, agravada por el anuncio del paro armado general del ELN, que ya ha comenzado con amenazas y restricciones en zonas como Lloró.

Indicó que estas acciones han restringido la movilidad y afectado tanto a ciudadanos como a funcionarios públicos. “Las comunidades se han desplazado, se han confinado, y eso implica que nosotros tenemos entonces una emergencia de corte humanitario”, agregó.

Además, informó que la cuenca alta del río Atrato ya está muy afectada y que, en el bajo Atrato, más de 50.000 familias están damnificadas por una grave crisis invernal. La situación complica profundamente la labor administrativa y la vida cotidiana.

¿Cómo se maneja la movilidad durante estos paros?

La gobernadora explicó que lo primero que ocurre con un paro armado es la restricción general de movilidad. Chocó, históricamente marginado en infraestructura, depende en gran medida del transporte fluvial. “Las comunidades saben que durante un paro, tenerse que mover por alguna razón implica que su vida está en riesgo”, añadió.

También sostuvo que las vías terrestres son escasas y vulnerables, como las de Quibdó–Medellín y Quibdó–Pereira, donde han ocurrido atentados. Ante amenazas del ELN, los transportadores no se arriesgan a circular, lo que paraliza el transporte, las remesas, el acceso médico y escolar.

Asimismo, dijo Córdoba, se genera un profundo temor que afecta incluso a funcionarios públicos encargados de verificar emergencias humanitarias. La vida cotidiana se detiene por completo y el miedo domina en medio de explosivos y amenazas.

¿Qué se puede hacer para mitigar este conflicto?

Córdoba afirmó que el Chocó siempre ha dicho sí a la paz porque es un territorio profundamente golpeado por la guerra. Explicó que quienes viven el conflicto diariamente anhelan salir de él de manera pronta y concertada.

A pesar de haber aplaudido en su momento las intenciones de paz del ELN, aseguró que esas promesas no se han concretado, y en cambio, han derivado en confinamientos, enfrentamientos y reclutamientos.

Finalmente, señaló que no se puede dejar desprotegida a la población y que el Estado debe estar presente no solo con soldados, sino también con maestros y servicios públicos que representen verdadera institucionalidad. “No podemos dejar desprotegida la presencia y el control territorial”, concluyó.