Ejército Nacional lleva a 45 niñas caqueteñas a Cartagena para vivir su primer encuentro con el mar
Por primera vez vieron el mar, volaron en un avión militar y recibieron un mensaje de esperanza: los sueños sí se cumplen.
Un viaje que empezó como un sueño terminó convirtiéndose en una experiencia transformadora para 45 niñas quinceañeras del departamento del Caquetá, quienes tuvieron la oportunidad de conocer el mar Caribe gracias a una iniciativa conjunta entre el Ejército y la Gobernación del Caquetá.
Las adolescentes, provenientes de diferentes municipios, veredas y corregimientos, partieron desde Florencia, y el vuelo incluyó una escala en Bogotá, donde fueron recibidas en el Comando Aéreo de Transporte Militar (CATAM) y como otra novedad en la travesía, pudieron conocieron de cerca las operaciones aéreas de defensa y transporte del país.
Desde allí, abordaron un Boeing 737 de la Fuerza Aeroespacial Colombiana rumbo a Cartagena, donde las esperaba una nueva aventura. En la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla, recibieron charlas inspiradoras y conocieron las oportunidades que ofrece la formación militar, con énfasis en la disciplina, el servicio y el liderazgo.
Pero el momento más esperado llegó cuando pusieron los pies en las playas de Bocagrande. Para muchas, fue la primera vez que veían el mar, y el impacto emocional fue evidente.
“Es la primera vez que veo el mar y jamás imaginé vivir esto. Me siento muy feliz porque el Ejército y la Gobernación nos han cuidado y acompañado en todo momento. Este ha sido el mejor regalo de mis quince años”, contó emocionada Nicole, una de las niñas beneficiadas.
Durante su estadía en la costa, las adolescentes participaron en actividades recreativas, jornadas de integración y espacios de reflexión, donde compartieron sus historias y fortalecieron lazos de amistad.
El regreso a Florencia está previsto para la noche de este 22 de julio a las 11:30 p. m., cuando las familias las recibirán en la sede de la Décima Segunda Brigada, en un encuentro que promete lágrimas, abrazos y relatos de historias inolvidables.
“Una experiencia que marca vidas”, como fue descrita por sus organizadores, dejó claro que cuando las instituciones trabajan unidas, los sueños de las niñas colombianas pueden hacerse realidad.
