Soldado cordobés muere en el ataque con drones más letal del ELN en Norte de Santander
Héctor Miguel Ramos Olivera, de Chinú, era parte de la Fuerza de Tarea Vulcano cuando tres drones cargados con explosivos impactaron su unidad, dejando dos militares más muertos y ocho heridos.

Soldado Héctor Miguel Ramos Olivera, de Chinú, Córdoba, asesinado en Norte de Santander.
Montería
El soldado profesional Héctor Miguel Ramos Olivera, natural del municipio de Chinú, Córdoba, fue una de las tres víctimas mortales del ataque con drones perpetrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en zona rural de El Carmen, Norte de Santander.
El violento atentado, ocurrido durante operaciones de protección a infraestructura energética y vial, marcó un escalamiento en las tácticas del grupo armado al convertirse en el ataque con drones más letal registrado en Colombia.
Ramos Olivera, integrante del Batallón Especial Energético y Vial n.° 10 de la Fuerza de Tarea Vulcano, adscrito a la Segunda División del Ejército, cumplía misiones en una zona estratégica cuando al menos tres drones lanzaron seis artefactos explosivos modificados, detonados de forma remota.
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Junto al militar cordobés fallecieron Jesús Alberto Sánchez Anaya (oriundo de Atlántico) y Jader Luis Calle Núñez (procedente de Sucre), mientras ocho compañeros resultaron heridos y fueron atendidos por personal médico militar, con planes de traslado para atención especializada.
Gobierno condena el ataque
El Ministerio de Defensa condenó categóricamente el ataque, calificándolo como “terrorista” y señalando que el uso de drones armados viola el Derecho Internacional Humanitario.
“Rechazamos esta acción perpetrada por integrantes del GAO ELN”, declaró la cartera, enfatizando el riesgo que estas prácticas representan para las comunidades aledañas a zonas de conflicto.
Las fuentes castrenses confirmaron que la sofisticación del ataque, con múltiples drones y explosivos, evidencia una peligrosa evolución en las capacidades ofensivas del grupo ilegal.
El Gobierno Nacional anunció medidas inmediatas para contrarrestar esta amenaza, incluyendo el fortalecimiento de sistemas de inteligencia y vigilancia aérea en áreas rurales con presencia de grupos armados. La estrategia buscará neutralizar el uso de drones, tecnología que ha incrementado su letalidad en ataques recientes.
Duelo en Chinú
En Chinú, municipio natal de Ramos Olivera, comenzaron los preparativos para recibir los restos del soldado, cuyo servicio en la protección de infraestructura crítica quedó truncado por el ataque.
Este episodio reactiva las alertas sobre la capacidad del ELN para innovar en sus métodos violentos, particularmente en regiones como Norte de Santander, donde confluyen intereses de grupos armados y rutas estratégicas.
Las autoridades insisten en que la respuesta combinada entre fuerzas militares y sistemas tecnológicos será clave para prevenir futuros ataques similares, aunque reconocen el desafío que supone esta nueva fase del conflicto.
La muerte de Ramos Olivera y sus compañeros ha generado condolencias unánimes en las Fuerzas Armadas, donde se destacó su compromiso con la seguridad nacional. Mientras las investigaciones avanzan para identificar a los responsables directos del ataque, el Ejército reforzó sus operaciones en la zona para evitar represalias y garantizar la continuidad de las misiones de protección.




