¿Qué parte del pollo tiene más proteína? Experto responde: A muchos no les gusta por ser insípida
Esta parte del animal contiene menos grasa intramuscular en comparación con otras partes.

Piezas de pollo, pollo asado, imágenes de referencia (Getty Images).
Es importante considerar que cuando usted conoce el pollo y sus piezas, puede entender mejor la estructura del ave, para identificar sus músculos, articulaciones y órganos. Esto facilita su estudio biológico y mejora las técnicas de sacrificio.
Cabe destacar que el conocimiento de las partes del pollo ayuda a optimizar su cría, selección genética y producción, promoviendo aves más saludables y rentables, según su rendimiento cárnico.
Por otra parte, identificar correctamente las piezas permite analizar su composición nutricional, inocuidad y calidad sanitaria, aspectos relevantes para el consumo humano seguro.
Adicionalmente, desde un enfoque gastronómico, conocer las partes del pollo es importante para aplicar técnicas culinarias adecuadas, pues cada pieza tiene características únicas de textura, sabor y cocción.
Por ejemplo, saber distinguir entre el muslo, la pechuga, el ala o las menudencias, permite aprovechar al máximo sus cualidades, reduciendo el desperdicio y elevando la calidad del plato final.
¿Qué parte del pollo tiene más proteína?
La parte del pollo con mayor contenido de proteína es la pechuga, especialmente sin piel y cocinada.
Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, 100 gramos de pechuga de pollo cocinada contienen aproximadamente 31 gramos de proteína.
Esta alta concentración proteica convierte a esta pieza en una elección frecuente en dietas deportivas y planes de alimentación saludable.
No obstante, según un estudio realizado en la Escuela de Salud Pública de Harvard, muchas personas la consideran insípida o seca, lo que disminuye su popularidad; esto se debe a que la pechuga contiene menos grasa intramuscular en comparación con otras partes, como el muslo o las alas, lo cual reduce su jugosidad y sabor al cocinarse.
Asimismo, al ser una carne blanca magra, requiere técnicas específicas de cocción, como marinados o cocción lenta, para resaltar su sabor y evitar que se reseque.
Tenga en cuenta que su valor nutricional es alto, pero su aceptación depende de la preparación culinaria que equilibre salud y sabor.
¿Qué tener en cuenta sobre las piezas del pollo?
Las piezas del pollo tienen detalles poco abordados, por ejemplo, el cuello y la carcasa son altamente valorados para caldos y fondos, debido a su alto contenido en colágeno, que aporta cuerpo y textura sin necesidad de aditivos.
Desde otra perspectiva, las alitas, a pesar de tener poca carne, son ricas en grasa subcutánea y cartílago, lo que intensifica su sabor al asarse o freírse.
En términos nutricionales, las menudencias, como el hígado, corazón y mollejas, son fuentes ricas en micronutrientes como el hierro, zinc y la vitamina A, pero suelen descartarse o subestimarse, en comparación con otras piezas.
Además, algunas piezas como el muslo, aunque menos proteicas que la pechuga, tienen un mejor perfil de aminoácidos para la síntesis muscular; saber cómo cortar correctamente el pollo mejora el rendimiento y evita desperdicios.
Finalmente, hay que decir que la piel, aunque rechazada por su grasa, aporta umami y textura, crocancia, claro está, cuando se cocina adecuadamente.



