Tunja

Acerías Paz del Río entró en proceso de reorganización empresarial y garantiza que no habrá despidos

El proceso terminará en septiembre y busca refinanciar las deudas que tiene la empresa con sus acreedores, derivadas de la crisis que atraviesa la producción de acero en Colombia

Foto | Acerías Paz del Río

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La empresa boyacense con casi 70 años de historia, Acerías Paz del Río, presentó la solicitud de reorganización empresarial ante la Cámara de Comercio de Bogotá. Se trata de un proceso voluntario, confidencial y supervisado, durará hasta tres meses. El objetivo es llegar a nuevos acuerdos de pago con los bancos sin necesidad de suspender operaciones, despedir empleados ni incumplir con sus obligaciones.

Este fue el aviso publicado del proceso que inició Acerías Paz del Río

Durante este tiempo, PazdelRío funcionará con total normalidad: se mantendrán activos los contratos laborales, la producción de acero y los pagos a proveedores, clientes y pensionados.

La empresa aseguró que el proceso de reorganización se acoge a un mecanismo dispuesto por el Gobierno Nacional para empresas que, aun siendo viables, enfrentan dificultades temporales de liquidez. Este instrumento permite negociar nuevas condiciones con sus acreedores, como plazos más amplios para pagar, periodos de gracia o incluso ajustes en las tasas de interés. Pero lo importante es que no obliga a detener la operación, ni implica una intervención, ni un cese de actividades. Todo lo contrario: se trata de una herramienta que busca estabilizar la empresa sin frenar su actividad.

Este procedimiento fue diseñado para atender situaciones como la que vive hoy la siderúrgica. La reorganización empresarial puede aplicarse a través de dos vías: una de ellas es mediante la Ley 1116, que es un proceso judicial más largo y complejo; y la otra es el trámite expedito que se hace directamente con la Cámara, en el que se designa un mediador especializado para guiar los acuerdos entre la empresa y sus acreedores, principalmente bancos. PazdelRío optó por esta segunda opción, que es más rápida y menos costosa, y que tiene un plazo límite de tres meses.

Durante ese tiempo se suspenden temporalmente embargos, procesos de cobro o ejecuciones, pero con la condición de que la empresa continúe cumpliendo con todos sus compromisos salariales, contractuales y sociales. En este caso, Acerías Paz del Río dejó claro en su comunicación oficial que no habrá despidos, ni afectaciones en los contratos laborales, ni interrupciones en la producción, ni cambios en las condiciones de pago a terceros.

Así explicó la empresa a sus trabajadores, cómo es el proceso de reorganización

Pero más allá de los detalles legales del proceso, lo que está detrás de esta decisión es la difícil situación que atraviesa actualmente la industria del acero en Colombia. En los últimos dos años, el mercado local ha sido invadido por acero de origen extranjero, especialmente desde China, Rusia y Turquía, que ingresa a precios muy por debajo del estándar nacional. Se trata de importaciones que llegan hasta un 36 % más baratas que el acero producido en el departamento de Boyacá, lo que ha puesto en riesgo la sostenibilidad de la producción nacional y ha provocado un debilitamiento progresivo de las finanzas del sector.

A esto se suma la crisis del sector de la construcción. La caída de la vivienda nueva, la reducción de proyectos de infraestructura y el bajo nivel de iniciaciones de obra han disminuido la demanda de acero en el mercado interno. Solo en el 2024, las iniciaciones de vivienda bajaron más de un 50 % frente al promedio prepandemia, y eso ha tenido un impacto directo sobre las ventas de empresas como Paz del Río, que dependen en gran parte del dinamismo del sector constructor.

Además, los costos de producción han venido aumentando: energía, transporte, insumos y mantenimiento son hoy más costosos que hace un año, y eso ha comprimido los márgenes de ganancia de toda la cadena siderúrgica.

Frente a ese panorama, PazdelRío busca reorganizar su estructura financiera para mantener su operación y seguir aportando a la economía del país. La empresa no solo representa una porción importante de la producción nacional de acero —unas 420.000 toneladas al año— sino que también es una fuente clave de empleo en el departamento de Boyacá y otras regiones, con más de 7.000 trabajadores directos e indirectos, y una red de proveedores que depende del funcionamiento pleno de la planta.

Ese lugar estratégico se evidencia también en su desempeño empresarial reciente. PazdelRío fue reconocida como la empresa más importante del departamento de Boyacá en el ranking de la Superintendencia de Sociedades del 2024, al ocupar el puesto número 137 entre las mil compañías más grandes del país. En el sector siderúrgico, es la que mejor posición alcanzó, con una participación de mercado del 26 %, y presencia activa en grandes proyectos de infraestructura como los viaductos del Metro de Bogotá y la construcción de Puerto Antioquia, una de las obras más grandes para el comercio exterior colombiano. A eso se suma su relación histórica con la región: Paz del Río ha estado ligada a la vida de miles de familias boyacenses, muchas de ellas con hasta tres generaciones que han trabajado dentro de la misma planta.

Por eso, cuando se habla de esta empresa, no solo se habla de acero: se habla de identidad regional, de empleo constante y de aporte directo al desarrollo del país. Y es ese legado lo que hoy busca protegerse con este proceso de reorganización.

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