Transportadores en alerta por cierre de vía entre Ocaña-Cesar
Empresas temen un golpe económico por el cierre de 76 días en una ruta clave hacia la Costa Atlántica.

Terminal de transporte de Cúcuta.(Caracol Cúcuta)
Norte de Santander.
En la Terminal de Transportes de Cúcuta no se habla de otra cosa: el inminente cierre por 76 días de la vía que conecta a Ocaña con el departamento del Cesar genera preocupación entre los transportadores.
La medida, que sería ejecutada por Invías como parte de obras viales, impactaría directamente a empresas que cubren rutas hacia el sur del país y la Costa Atlántica.
Marlon Hernández, vocero de la empresa Cooptmotilón, asegura que el panorama es “desastroso”. Su compañía moviliza a diario entre 70 y 80 pasajeros hacia Ocaña, utilizando al menos cinco vehículos.
“Este cierre nos pega de frente. Muchas familias dependen de este trabajo. Ya venimos de varios días de bloqueos, y ahora esto. Es muy grave”, dice Hernández.
El mayor temor es que la vía alterna propuesta —Cúcuta–Bucaramanga–Aguachica–Ocaña— no sea viable por la distancia y los costos. Actualmente, el trayecto hasta Ocaña toma entre cinco y seis horas. Con el desvío, el tiempo se duplicaría.
“Pasaríamos de seis a catorce horas. Nadie va a querer viajar así, y los costos se disparan. Eso significa carros parados, pérdidas y conductores sin ingresos”, explica.
Cooptmotilón no es la única afectada. Otras empresas como Peralonso y Cotransunidos también ven amenazadas sus operaciones. Según Hernández, alrededor de 40 a 50 vehículos que cubren esta ruta quedarían sin trabajo temporalmente si se concreta el cierre total.
Los transportadores no niegan la necesidad de intervenir la vía, pero piden medidas que permitan continuar operando de forma parcial o controlada.
“No estamos en contra de las obras. Lo que pedimos es que no cierren del todo la vía. Que se hagan cierres intermitentes o se busquen alternativas que no nos dejen en el aire”, señala.
En Cúcuta, el gremio transportador teme que, además de las pérdidas económicas, el cierre provoque una desarticulación en la movilidad regional.
Advierten que este tipo de decisiones deben considerar el impacto directo sobre quienes todos los días dependen de la carretera para trabajar.