Amazonía podría perder 2,1 millones de hectáreas para 2040 si no se controla la deforestación: Defensoría
La deforestación ya ha cobrado el 17% de cobertura vegetal de la Amazonía, uno de los ecosistemas más importantes y estratégicos del planeta.

Amazonas, Leticia. Foto: Juancho Torres/Anadolu Agency via Getty Images / Anadolu
Un informe de la Defensoría del Pueblo revela que la combinación de fenómenos climáticos extremos y la falta de regulación efectiva sobre las actividades humanas están acelerando la degradación de la Amazonía, uno de los ecosistemas más importantes y estratégicos del planeta que alberga el 40 por ciento de las selvas del mundo y el 67.4 por ciento del bosque tropical.
Entre los hallazgos recopilados por la Defensoría en su documento de investigación, se evidencia que la deforestación ha cobrado el 17% de cobertura vegetal y que, de no tomarse medidas, en 2040 podrían perderse 2,1 millones de hectáreas.
Además, la agricultura intensiva, la ganadería extensiva, la minería ilegal, los cultivos ilícitos y la expansión urbana descontrolada aceleran la pérdida de bosques y alteran el ciclo del agua, lo que impactaría, en ese mismo año, hasta 4,3 millones de hectáreas.
“Estos impactos no son fortuitos, sino el resultado de omisiones institucionales, de la permisividad frente a actividades extractivas ilegales y de una gobernanza ambiental fragmentada e insuficiente. Como lo ha comentado la Corte Constitucional, la falta de coordinación interinstitucional, la debilidad en la planificación territorial y la desarticulación entre el conocimiento técnico y los saberes comunitarios han intensificado la vulnerabilidad en la región”, enfatizó la Defensora del Pueblo, Iris Marín, quien urge a tomar medidas preventivas.
Marín advirtió que Leticia y Puerto Nariño enfrentan la posibilidad real de una crisis hídrica irreversible como consecuencia de la dinámica del cauce principal del río Amazonas.
De acuerdo con el informe de la Defensoría, en 2024 los niveles del río Amazonas alcanzaron su punto más bajo en 122 años, situación que provocó el aislamiento de comunidades, muerte masiva de peces y delfines rosados y pérdida de cultivos.
En los próximos 15 años, se prevé un aumento de la temperatura en 0.7 grados centígrados y la disminución de lluvias hasta en un 14% en esa región, de acuerdo con cifras de la Tercera Comunicación Nacional de Cambio Climático (TCNCC).




