Nueva guerra entre bandas revive ola de asesinatos en Cúcuta
Alias ‘Porras’ le habría declarado la guerra a ‘Los Mexicanos’, desatando una cadena de retaliaciones que, según expertos, continuará durante junio.
Imagen de referencia de pistola con balas. Foto: Getty Images. / Alan Majcrowicz
Cúcuta.
La ciudad de Cúcuta atraviesa un nuevo episodio de violencia urbana que tendría como origen un enfrentamiento entre estructuras criminales por el control del territorio y las rentas ilegales. Según fuentes cercanas a las investigaciones, alias ‘Porras’ le habría declarado la guerra a la banda de ‘Los Mexicanos’, desatando una serie de homicidios ocurridos recientemente en distintos sectores del área metropolitana.
Aunque los cabecillas de estas organizaciones permanecen recluidos en centros penitenciarios, esto no ha impedido que las órdenes se sigan ejecutando desde el interior de las cárceles, lo que evidencia la capacidad operativa de estas redes ilegales para seguir delinquiendo y sembrando el miedo en la ciudad.
El abogado y analista Juan Camilo Páez, experto en fenómenos criminales, explicó que “los homicidios recientemente cometidos en Cúcuta obedecen a un enfrentamiento entre bandas que constituye una problemática que el Ejecutivo no puede resolver por sí solo”. Aseguró que este tipo de violencia es impredecible y que, por lo tanto, la Policía no puede reaccionar con la rapidez esperada.
“Es evitable en la medida en que se conforme una estructura sólida de investigación criminal que realmente pueda dar con el paradero de los responsables y entender cómo operan estas organizaciones”, señaló Páez.
El experto advirtió que, lejos de tratarse de casos aislados, estos hechos podrían marcar el inicio de una nueva oleada de violencia. “Cuando la criminalidad cobra venganza o salda cuentas, en realidad lo que hace es abrir otras. Lo más probable es que en el transcurso del siguiente mes veamos una repetición de los acontecimientos ya sufridos”, indicó.
Mientras tanto, la ciudadanía permanece en alerta ante los recientes crímenes, y exige respuestas concretas por parte de las autoridades. La situación evidencia que la guerra por el control del territorio continúa activa y amenaza con recrudecer la crisis de seguridad en la capital de Norte de Santander.
