Banco Serfinanza relanza CliCuenta para impulsar la inclusión financiera con ahorro digital
La herramienta busca acercar a la banca formal a quienes han permanecido por fuera del sistema

Banco Serfinanza
Cartagena
Aunque la lucha contra el crédito informal sigue siendo una prioridad en regiones como la Costa Caribe, el desafío para la inclusión financiera en Colombia podría estar cambiando una costumbre silenciosa de guardar el dinero en efectivo, “bajo el colchón” en casa o en el bolsillo, a manejar los recursos en depósitos de bajo monto o en billeteras digitales.
En ciudades como Barranquilla, Cartagena o Montería, muchas personas aún desconfían del sistema financiero, le tienen “miedo” a los bancos o simplemente no encuentran productos adaptados a su realidad. Esto no solo restringe su acceso a los créditos, sino también de ahorrar con seguridad, hacer trazabilidad de sus gastos y construir historial financiero.
Adicionalmente, el fenómeno del “gota a gota”, con tasas diarias que alcanzan hasta el 40% y métodos de cobro agresivos, ha sido la cara más visible del problema. Pero detrás podría existir una raíz estructural: la limitación financiera para trabajadores informales, microempresarios, emprendedores y ciudadanos sin puntaje crediticio, que se enfrentan a trámites complejos, regulación restrictiva y una oferta bancaria que todavía no es suficientemente flexible.
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Ante ese panorama, las entidades financieras han empezado a impulsar herramientas digitales como los depósitos de bajo monto que, sin prometer crédito inmediato, sí ofrecen acceso a operaciones básicas con beneficios clave como rentabilidad, seguridad, transferencias fáciles, control de gastos y de ingresos.
Una de esas herramientas es CliCuenta de Banco Serfinanza, que busca acercar a la banca formal a quienes han permanecido por fuera del sistema. En 2025, la solución se relanza con nuevos beneficios: permite a los usuarios ahorrar con una rentabilidad del 9% efectivo anual, mantener trazabilidad sobre los movimientos y recibir notificaciones de transacciones vía correo o celular. La organización destaca que este depósito no genera cobros de manejo, ni monto mínimo de apertura y ofrece disponibilidad a las personas 7 x 24, desde cualquier celular con conexión a internet.
La entidad también afirma que, bajo la regulación de depósitos de bajo monto, CliCuenta tiene un tope mensual de ocho salarios mínimos, está exenta del 4x1000 hasta 65 UVT, y permite operaciones a través de Transfiya hasta por once millones totalmente gratis, transferencias por ACH, pagos PSE, así como retiros y depósitos en las oficinas del banco y las cajas de Supertiendas y Droguerías Olímpica, principal corresponsal bancario de la entidad. Además, cuenta con el respaldo de FOGAFIN.
Al respecto, el presidente del Banco resalta que el verdadero aporte de estas herramientas está en la seguridad y la confianza que ofrecen frente al manejo del efectivo. “Al tener el dinero el depósito electrónico, las personas evitan riesgos como el robo o la pérdida, y se mejora la conciencia sobre en qué se gasta, además de ganar intereses con una muy buena tasa de interés”, afirma, Gian Piero Celia.
El impulso a este tipo de soluciones ocurre en un contexto donde Colombia presenta bajos niveles de intermediación financiera. Según la Superintendencia Financiera, el crédito representa apenas el 42% del PIB, y los medios de pago formales solo el 49%. En Asia, esos porcentajes superan el 200% y 80%, respectivamente.[1]
El Gobierno también ha respondido con iniciativas como el programa Economía Popular para el Cambio, que busca reducir la vulnerabilidad de emprendedores en pobreza mediante su inclusión financiera. Más de 500.000 millones de pesos están previstos para apoyar a la economía popular, comunitaria y solidaria en el país.
A pesar de estos avances, cambiar la mentalidad tomará tiempo. La clave no está solo en combatir el crédito informal, sino en ofrecer alternativas reales que resulten más seguras, simples y útiles que el efectivo. La bancarización del futuro en Colombia podría pasar menos por las oficinas físicas y más por la capacidad de que cualquier ciudadano, desde su celular, empiece a ahorrar con buena rentabilidad y a ver su dinero como una herramienta para avanzar en sus proyectos.




