Elizabeth Velásquez no solo toma fotos: cuenta historias con luz, color y textura
Con más de ocho años de experiencia, esta fotógrafa se ha consolidado como una de las referentes en fotografía gastronómica de restaurantes de ciudades como Miami y Nueva York

Con más de ocho años de experiencia, esta fotógrafa se ha consolidado como una de las referentes en fotografía gastronómica de restaurantes de ciudades como Miami y Nueva York
Se define como una persona extremadamente curiosa, cordial, profesional y con un deseo constante de aprender. Su proceso creativo se alimenta de una búsqueda activa de inspiración en el mundo visual y emocional que la rodea. Es una mente inquieta con una fuerte creatividad en el campo visual y, sobre todo, una fotógrafa honestamente enamorada de su oficio hasta el final de sus días.
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Su camino en la fotografía comenzó en 2015, movida por una sensibilidad especial para capturar lo emocional dentro de lo cotidiano. Su formación académica en la Universidad Metropolitana de Caracas, combinada con estudios fotográficos en la Escuela Foto Arte y CIEF, le brindaron una base sólida tanto técnica como conceptual. Además, ha complementado su visión a través de cursos como Filosofía de la Imagen y Ética Visual, que aportan profundidad y coherencia a su trabajo.
Elizabeth se considera especialista en contar historias visuales. Más allá de capturar una imagen atractiva, su objetivo es comunicar una narrativa visual clara, con intención. Cada fotografía es una composición pensada, donde la luz, el encuadre y el mensaje están alineados para construir una historia que conecte con quien la observa. Su enfoque va más allá de lo técnico: se trata de crear imágenes que hablen, que tengan alma.
A lo largo de los años, ha trabajado para importantes espacios gastronómicos como Casa Tua en Miami Beach, Doma en Wynwood, Call Me Gaby en South Beach y su versión en Aventura, Gaby by Call Me Gaby. También ha colaborado con el Four Seasons en Surfside (en el área de eventos y celebraciones privadas ejemplo: proposals y matrimonios), Faena en Miami Beach y Soho House. Su trabajo ha llegado a la gran manzana, en Nueva York ha fotografiado para Il Gattopardo Restaurant, Piccola Cucina y Ulivo. Estos restaurantes no solo destacan por su oferta culinaria, sino también por su estilo visual sofisticado y su atención al detalle, aspectos que Elizabeth potencia a través de su fotografía.
Lo que distingue su trabajo es una búsqueda constante de conexión genuina con lo que fotografía. No se trata únicamente de presentar platos, sino de capturar atmósferas, texturas, emociones. Su enfoque transforma ingredientes y espacios en imágenes vivas que invitan a mirar —y a saborear—. Cada foto que toma refleja su identidad, su vínculo con la nostalgia y su deseo de crear una experiencia visual honesta.
Aunque se ha especializado en fotografía de alimentos, su sensibilidad visual nace de algo más profundo: su identidad cultural y su conexión con las historias humanas. Esa capacidad para encontrar belleza en lo ordinario es lo que le da a su trabajo una fuerza única. Elizabeth Velásquez entiende que comer es un acto emocional y su fotografía, más que documentarlo, lo celebra.