Fragmentación del narcotráfico: aumentó la violencia y se fortalecieron grupos criminales
El Clan del Golfo, es el principal actor del narcotráfico en Colombia, según Crisis Group.

Fragmentación del narcotráfico: aumentó la violencia y se fortalecieron grupos criminales
10:04:47
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Investigator hands showing a package containing illegal drugs
Colombia
En un reciente informe titulado “Mitigar la violencia en los centros de narcotráfico en América Latina”, la ONG International Crisis Group expuso cómo la fragmentación de las cadenas de tráfico de drogas ha intensificado la violencia en la región.
Elizabeth Dickinson, analista de la organización, explicó en una entrevista con Caracol Radio que la nueva estructura del narcotráfico involucra a múltiples actores, lo que dificulta los esfuerzos para combatirlo y aumenta la capacidad de adaptación de los grupos criminales.
De acuerdo con Dickinson, actualmente una docena de organizaciones puede participar en diferentes etapas del proceso de narcotráfico, desde la producción de la hoja de coca hasta la entrega final en mercados como Estados Unidos o Europa.
Este modelo se caracteriza por la subcontratación de servicios a grupos armados locales, particularmente en países como Colombia, donde estos se encargan del transporte y la logística.
“Esta fragmentación hace que la cadena sea más resistente a las operaciones de seguridad y más adaptable a las nuevas circunstancias”, afirmó Dickinson.
Entre los principales actores internacionales que lideran este modelo se encuentran organizaciones mexicanas, brasileñas y, cada vez más, grupos de crimen organizado en Europa.
Propuestas para frenar la violencia
El informe plantea que, aunque las políticas de interdicción y desmantelamiento de organizaciones criminales han avanzado, no han logrado disminuir los niveles de violencia que afectan a las comunidades.
Crisis Group propone un enfoque de políticas para ayudar con este fenómeno que incluya:
• Reforma carcelaria: Limitar el control que tienen los grupos criminales sobre las prisiones, las cuales se han convertido en centros de operaciones en países como Colombia, Ecuador y Centroamérica.
• Prevención del reclutamiento: Crear políticas que reduzcan la atracción de jóvenes y mujeres hacia las organizaciones criminales, ofreciendo alternativas económicas y sociales.
“Es fundamental cambiar los incentivos y ofrecer oportunidades reales a los jóvenes para evitar que caigan en las redes del narcotráfico”, subrayó Dickinson.
Fortalecimiento de políticas de Estados Unidos
El informe también aborda el papel de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, especialmente ante la posible llegada de políticas más agresivas bajo una nueva administración de Donald Trump.
Crisis Group advierte que una intervención militar, como la que se ha propuesto, podría aumentar la inestabilidad en la región sin frenar significativamente el flujo de drogas en el país y en el mundo.
Además, Dickinson destacó las contradicciones en la política estadounidense, señalando que, mientras se busca combatir el crimen organizado, se han congelado fondos cruciales para el apoyo a la Policía Nacional de Colombia, que en su mayoría son destinados a los antinarcóticos.
Fentanilo: una amenaza en expansión
En cuanto al fentanilo, una droga sintética que ha causado crisis de salud pública en Estados Unidos en los últimos años, el informe señala que su producción está actualmente concentrada en México.
Sin embargo, la ONG advierte sobre el riesgo de que la presión en este país provoque un “efecto globo”, trasladando la producción a otras naciones de la región.
“Por ahora, Colombia y otros países están más centrados en la producción de cocaína, pero debemos estar atentos a la expansión del mercado de fentanilo”, explicó Dickinson.
El Clan del Golfo: el principal actor narcotraficante en Colombia
Al referirse a Colombia, Dickinson habló del Clan del Golfo como el grupo con mayor control de las rutas de narcotráfico y las relaciones con organizaciones internacionales.
Este poder se debe, en gran parte, a su capacidad para infiltrarse en las fuerzas de seguridad y las autoridades locales, consolidando un modelo de operación altamente rentable.
Para cerrar, Elizabeth Dickinson hizo un llamado a los gobiernos de América Latina a replantear su enfoque en la política antidrogas, priorizando la reducción de la violencia que afecta a las comunidades más vulnerables.
“Es momento de que América Latina tenga una voz propia en este debate y comparta lecciones para proteger a sus ciudadanos en medio de una economía ilegal que ningún país puede detener por sí solo”, concluyó.