Colombia propone a la ONU excluir a la hoja de coca de la lista de sustancias más dañinas
La canciller Laura Sarabia hizo esta propuesta desde Viena, Austria, ante la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas.

Campo de hojas de coca en Llorente, Tumaco, departamento de Nariño, Colombia. Foto: JOAQUIN SARMIENTO/AFP via Getty Images / JOAQUIN SARMIENTO
En Viena, Austria, la canciller de Colombia, Laura Sarabia, presentó hoy ante la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas un balance sobre la lucha de Colombia contra las drogas.
En medio de su intervanción, la ministra de relaciones exteriores propuso dos vías de enfoque para la lucha contra el narcotráfico: la exclusión de la hoja de coca de la lista de sustancias más dañinas y dar alternativas económicas a quienes viven en las regiones que sufren de manera directa la guerra contra las drogas.
“La ciencia demostrará que la hoja de coca, en sí misma, no es perjudicial para la salud. Solo podremos arrebatársela a los narcotraficantes si aprovechamos su potencial en usos industriales, como fertilizantes y bebidas”, aseguró Sarabia.
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La representante de Colombia aseguró que esta propuesta no implicar dejar de erradicar los cultivos. “Hemos puesto el foco en la interdicción de grandes cargamentos a los grandes traficantes para golpearlos donde más les duele: en sus finanzas”, expresó la canciller.
En ese sentido, Sarabia resaltó que “desde el 7 de agosto de 2022 hasta el 31 de enero de 2025, el país ha incautado más de 1.9 millones de kilogramos de clorhidrato de cocaína, más de 215 mil kilogramos de base de coca y ha destruido 454 laboratorios clandestinos”.
Frente a su segundo punto, la ministra colombiana propuso que se den alternativas “rápidas” a las comunidades de cocaleros para la cooperación de la erradicación de cultivos “a través de los cultivos de cacao y café”.
Ante este último punto, pidió abrir el debate sobre la financiación asegurando que “el dinero no está llegando a donde se necesita”.
En este contexto, la canciller también hizo un llamado a revisar los mecanismos de financiación internacional. “Colombia ha aportado 416 millones de dólares a la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito en la última década, siendo el segundo mayor contribuyente después de Estados Unidos. Es imperativo que estos recursos se ejecuten con eficiencia, austeridad e impacto real sobre las comunidades afectadas”, subrayó.
“Hoy invito a todas y todos a construir un régimen basado en la evidencia y que defienda la vida y le vuelva la dignidad a nuestros pueblos”, concluyó la la canciller colombiana.