Tres trucos japoneses para dormir profundo y despertar de buen humor: Así se hacen las rutinas

El sueño es una actividad y función fisiológica elemental. En el 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que la salud es uno de los derechos fundamentales del ser humano. Dentro de los hábitos que más aportan, incluyen la buena calidad del sueño y el descanso.

Ya que, en algunos casos, se ha demostrado que la falta de sueño puede causar la muerte. Doctores expertos especialistas en las funciones del cerebro aseguran que si un individuo permanece despierto por más de 70 horas seguidas, el riesgo de morir es bastante alto.

Hasta el momento, el récord en mantenerse despierto más tiempo es de 264 horas, el cual lo consiguió Randy Gardner en 1965. En experimentos modernos se ha logrado que las personas estén despiertas entre ocho y diez días. El propósito de estas investigaciones es ver las consecuencias de la falta de sueño en el cuerpo del ser humano.

El Instituto Europeo del Sueño, realizó una prueba donde se alteraba el gen PER3 en roedores (gen encargado de regular el ciclo biológico de 24 horas que controla el sueño y otros procesos fisiológicos). En este se encontró que tras cambiar su ritmo del sueño, los ratones mostraron comportamientos de apatía, depresión, ansiedad, agresividad, frustración y alteraciones del humor.

La importancia de la higiene del sueño

La doctora Celia García Malo, del mismo Instituto Europeo del Sueño, señala que las diferentes costumbres que tienen las personas a la hora de dormir se les denomina la higiene del sueño. Y asegura que estos hábitos son de las costumbres más difíciles de cambiar para nuestro cerebro, pero que su importancia es absoluta para evitar enfermedades.

Resulta que el cerebro realiza todas las noches una limpieza y recuperación nocturna al generar líquido cefalorraquídeo, el cual, elimina los oxidantes y repara los daños que el cuerpo haya sufrido durante el día.

Si bien todos los individuos poseen diferentes necesidades en su sueño, la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos (National Sleep Foundation) recomienda los siguientes horarios de acuerdo con la edad de la persona:

• Recién nacidos de 4 a 12 meses: 12 a 16 horas diarias.
• Niños de 1 a 2 años de edad: 11 a 14 horas diarias.
• Niños de 3 a 5 años de edad: 10 a 13 horas diarias.
• Niños de 6 a 12 años de edad: 9 a 12 horas diarias.
• Adolescentes entre 13 y 18 años de edad: 8 a 10 horas diarias.
• Entre 26 a 64 años de edad: 7 a 9 horas diarias.
• De 65 años de edad o más: 7 a 8 horas diarias.

Tres trucos japoneses para dormir profundo

Ahora bien, aunque muchos deseen mejorar su higiene del sueño, los casos de insomnio son cada día más preocupantes. Es por eso que consultando el portal web “TELVA” encontramos las tres mejores prácticas japonesas avaladas por los mejores neurocientíficos para que usted concilie mejor su sueño y cuide más su salud, estas son:

Un “Ofuro”, antes de dormir:

Ofuro se le denomina el baño tradicional japonés, que tiene como fin regular la temperatura corporal, haciendo más placentero su sueño.

Usted debe llenar una tina con agua a una temperatura de 40 grados centígrados, agréguele aromas de madera de cedro, sales y aceites relajantes. Recuerde ducharse antes de ingresar a la tina para evitar contaminar el agua. Este baño no debe tardar más de 20 minutos.

Dormir sobre un “Futón”:

A diferencia de los occidentales, los japoneses no utilizan colchones convencionales, sino un futón. Este tiene entre 5 y 15 cm de grosor, y está hecho de algodón, lana, bambú y látex natural. Sus materiales naturales y su forma rígida permiten un descanso espiritual y un sueño más confortante.

La razón es que su composición permite que el sudor que se genera en la noche traspire formidablemente, lo que mejora bastante la conciliación del sueño, así mismo, se recomienda dormir con medias y pijamas delgadas.

Una cena ligera

La cultura culinaria es un factor que influye mucho en nuestras vidas. En países como Colombia se suelen tener la creencia de que entre más se come, es mejor. Pero la cultura japonesa niega este hecho, ya que sus porciones son considerablemente más pequeñas que las nuestras.

Su menú para la cena suele ser de platos ligeros como la sopa de miso o el onigiri, evitando así la pesadez y llenura de una indigestión. Además, usted dormirá mejor, pues su cuerpo no se esforzará ni trabajará excesivamente para hacer la última digestión del día.