Por primera vez la JEP confirma actos de tortura en casos de falsos positivos
Las pruebas sustentan que ocurrió en 22 casos con 41 víctimas, especialmente campesinos del oriente antioqueño
-FOTODELDÍA- BOG400 BOGOTÁ (COLOMBIA) 18/09/2024.- Una mujer sostiene una bota durante una protesta simbólica contra congresista Miguel Polo Polo, este lunes en Bogotá (Colombia). La Asociación de las Madres Víctimas de los Falsos Positivos (Mafapo) y el senador Iván Cepeda, junto a otros congresistas, presentaron este lunes en la Corte Suprema de Justicia de Colombia una denuncia contra el representante de la Cámara Miguel Polo, por destruir un homenaje artístico a las víctimas de ejecuciones extrajudiciales. EFE/ Carlos Ortega / Carlos Ortega (EFE)
Bogotá
Conocida la imputación de la Jurisdicción Especial para la Paz por crímenes de guerra y de lesa humanidad a cuatro generales, 35 oficiales y suboficiales antiguos miembros de la Brigada IV del Ejército Nacional por 442 falsos positivos ocurridos en Antioquia entre los años 2004 y 2007, se revelaron las nuevas modalidades empleadas por integrantes del Ejército para la comisión de estos delitos.
Actos de tortura
Por primera vez en una imputación por falsos positivos, la Sala de Reconocimiento de Verdad de la JEP confirmó la comisión de actos de tortura contra las víctimas directas o sus familiares.
Ocurrió en 22 casos con 41 víctimas, especialmente campesinos del Oriente Antioqueño, que fueron arbitrariamente acusados por los militares de ser guerrilleros, milicianos o colaboradores de las guerrillas, y torturados para que les entregaran información, material de guerra o a otros miembros de la guerrilla que supuestamente escondían. Así lo explicó la magistrada Catalina Díaz.
“A través de las narraciones de las víctimas, de sus familiares, que antes de ser asesinados eran retenidos y señalados arbitrariamente como milicianos, guerrilleros, colaboradores de la guerrilla, y en muchos casos nos contaron sus compañeras, sus esposas, sus hijos, que lo vieron, que estuvieron allí en el momento de los asesinatos, que fueron pateadas, amarradas, arrastradas, empujadas, e intentos de ahorcar la persona. Todo con el objetivo de cumplir con el reporte de muertos, sobrevivientes narraron estos hechos y evidentemente constituían hechos que por ley es tortura”.
Otra modalidad inédita
Dentro de esta investigación de la Sala de Reconocimiento de Verdad de la JEP encontró una nueva modalidad inédita para perpetrar estos crímenes de guerra y de lesa humanidad, como son catalogados los falsos positivos. Se trata del asesinato oportunista de personas que no habían sido previamente señaladas de pertenecer a grupos guerrilleros ni engañadas con falsas ofertas de trabajo.
Por el contrario, las víctimas estaban en lugares donde las tropas se encontraban acantonadas, patrullando o de paso, y fueron asesinadas en circunstancias improvisadas, con menor planeación, o en escenarios que los responsables denominaron ante la JEP “errores operacionales”, los cuales fueron utilizados para presentarlas como bajas en combate y así inflar las estadísticas de resultados.
“La práctica criminal estaba tan arraigada, se había naturalizado de tal manera que ya los miembros de las unidades militares se atrevían a proceder y asesinar personas por salir corriendo en una circunstancia, digamos fuera de la planeación o de reclutar personas. Por el afán de completar el número que se requería para ese mes, pues, si no había en ese momento personas disponibles que hubieran sido engañaban, se completaba el número requerido con personas que pasaban por ahí”.
Recodemos que según la investigación de la Jurisdicción Especial para la Paz en Colombia se cometieron en medio del conflicto armado 6.402 casos de falsos positivos.
