Sistema de Bogotá y La Sabana perdieron el equivalente a un embalse completo en el último año: CAR
Alfred Ballesteros, director de la CAR alertó sobre una disminución crítica en los niveles de agua de los embalses que abastecen de agua a la capital en el último año.

Sistema de Bogotá y la Sabana perdieron el equivalente a un embalse completo en el último año: CAR
03:25
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Alfred Ballesteros, director de la CAR Cundinamarca/ Foto embalses: Colprensa
Aunque las lluvias de fin de año generaron un impacto significativo en los embalses de Cundinamarca, especialmente en el Sistema Chingaza que abastece a Bogotá y 11 municipios de La Sabana, la primera temporada de sequía de 2025 encienden nuevamente las alamas sobre la escasez de agua que tiene a la ciudad con racionamiento diario desde abril de 2024.
En las últimas horas, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) lanzó una nueva alerta sobre una crítica disminución en los niveles de agua de los embalses que abastecen de agua a la capital y La Sabana, en el último año.
De acuerdo con el director de la CAR, Alfred Ballesteros, los últimos análisis registran que la disminución en el sistema equivale a perder un embalse entero:
“Haciendo el análisis entre el nivel de los embalses con una mirada integral como debe ser, encontramos que hoy tenemos 67 millones de metros cúbicos menos en los sistemas de embalses que abastecen a Bogotá y a La Sabana. El Agregado Norte ha disminuido 85 millones de metros cúbicos y si bien el Sistema Chingaza (conformados por los embalses de Chuza y San Rafael) tiene hoy 17 millones de metros cúbicos más, la mirada debe ser integrada porque esto que está pasando equivale a tener un embalse menos. Hoy yo tengo en sí almacenado 65 millones de metros cúbicos, entonces, haber perdido en 1 año ese volumen es tener un embalse menos”.
Para Ballesteros, en caso de no tomarse las medidas necesarias y de no presentarse precipitaciones en estos ecosistemas de alta montaña, la crisis hídrica se podría agudizar en la temporada seca que va de junio a septiembre:
“Hemos reiterado ese llamado a todos los prestadores de servicios públicos para que se preparen para lo que puede ser el segundo semestre. Tenemos una temporada de lluvias neutral, como ha dicho el Ideam, en abril y mayo quiere decir que las precipitaciones no van a superar los registros históricos y los embalses recuperarán levemente su capacidad, pero van a enfrentar la temporada seca del segundo semestre de junio, julio, agosto y septiembre con unos niveles cercanos al 60% y podríamos tener dificultades si no tenemos lluvias importantes y si no contamos con la colaboración de la ciudadanía en las medidas de uso eficiente y ahorro de agua".
Según explicó la CAR, los embalses se alimentan de una o más corrientes hídricas, por tal razón su ascenso o descenso de nivel depende de la cantidad de agua que entre al vaso y del caudal descargado por estos sistemas. Lo anterior significa que la cantidad de agua dependerá del régimen de lluvias y de las condiciones climáticas de una determinada zona o región.
Cada año, los embalses se recargan con el fin de que esas aguas sean utilizadas en el año siguiente, por esta razón, la situación para el 2025 sigue siendo delicada.
Nivel de los embalses este 28 de enero
En lo corrido de este 2025, la mayoría de los embalses de Cundinamarca han presentado una disminución. Con corte de este martes 28 de enero, la CAR registró que el sistema Chingaza cuenta con una capacidad total del 43,79%: Chuza con el 35,74% y San Rafael con el 69,98%.
En el caso del Agregado Norte compuesto por el Neusa, Sisga y Tominé, los niveles están en: 79,82%, 67,06% y 45,94% respectivamente.
Los embalses Chisacá y la Regadera que hacen parte del Agregado Sur permanecen estables con una capacidad total del 88,41%. Por último, el Hato, ubicado en jurisdicción del municipio de Carmen de Carupa sobre la vía que de Zipaquirá conduce a Ubaté, registra una capacidad de llenado del 84,64%.
Para este 2025, la administración local junto a la Gobernación de Cundinamarca anunció otras medidas para hacerle frente a la crisis, como estudios en los municipios de Sopó, Cajicá, Gachancipá, Chía, Cota, Funza, Mosquera, Madrid, Facatativá y La Calera con el fin de detallar las fuentes hídricas de abastecimiento subterráneo para la toma de decisiones en cuanto a la identificación de oportunidades, limitantes y dificultades para afrontar en materia de abastecimiento de agua en la zona:
“Hoy con el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey Ángel, anunciábamos dos grandes proyectos. La adjudicación de una licitación por 49 mil millones de pesos para entregar 15 mil kits de agua lluvia, que fundamentalmente son sistemas de canales y tanques de 1000 y 2000 L en los cuales los campesinos de Cundinamarca podrán almacenar agua lluvia en las épocas de invierno y tener allí la disponibilidad en la época de verano”.
Para el director de la CAR, este es un proyecto muy importante porque tenemos que aprender a aprovechar las aguas lluvias en los sectores públicos, privados, tenemos que incentivar el aprovechamiento de las aguas lluvias. "También anunciamos hoy con el gobernador una inversión por 135 mil millones de pesos para ampliar la capacidad del embalse del Neusa. Esto nos va a permitir contar con 3 millones de metros cúbicos adicionales de agua potable en este embalse, con lo cual se va a beneficiar los acueductos regionales de Zipaquirá, Nemocón, los acueductos veredales que se surten del río Neusa, pero también se beneficia Bogotá y a La Sabana porque recordemos que el río Neusa finalmente desemboca en el Bogotá antes de la captación que hace el acueducto en su planta de tratamiento de Tibitoc“.